DB Apparel estudia el cierre de las plantas de Marruecos y Túnez
DB Apparel ha incluido en su plan de viabilidad un estudio comparativo de los costes laborales del sector de confección existentes en Bangladesh, respecto a la mano de obra que mantiene en sus factorías de Marruecos y Túnez. Fuentes solventes señalaron que la comparación, claramente desfavorable a las factorías del Norte de África, es un primer paso para su futuro cierre, a medio plazo.
La antigua Sara Lee, propiedad actualmente del fondo británico Sun Capital, ya cerró hace cinco años una planta de confección en Andújar (Jaén), y ahora mantiene la de Igualada (Barcelona) y las citadas de Marruecos y Túnez. Esta última llegó a depender organizativamente de la central de Mataró (Barcelona). Sin embargo, la dirección de la empresa prevé cerrar la planta de Igualada, que cuenta con una plantilla de 109 empleados. De esta forma, DB Apparel concentrará su actividad confeccionista en los dos centros del Magreb a corto plazo, pero prevé desprenderse más adelante de esta actividad, traspasando la producción a proveedores asiáticos, señalaron las mismas fuentes.
DB Apparel se centrará en la gestión directa de las marcas de ropa interior Wonderbra, Playtex, Abanderado, Unno y Dim. La compañía proveniente de la antigua Sans también ha planteado el desmantelamiento parcial de los centros textiles barceloneses de Olvan (79 trabajadores) y Mataró (38) y el gerundense de Massanes (54). En total, los empleados afectados en España sumarán los 280. Tras el ajuste, la plantilla constará de 900 personas.
Las últimas negociaciones del expediente presentado se situaban en fijar prejubilaciones a partir de los 58 años. Los sindicatos han pedido rebajar la edad a los 52 años. La dirección ofrece indemnizaciones de 29 días con un límite de 15 mensualidades, mientras que los sindicatos demandan 50 días de salario sin límite de mensualidades.
La multinacional prevé despedir 950 trabajadores en Europa, especialmente en España, Francia e Italia, sobre una plantilla total de 12.000 personas.
De nueve a cuatro fábricas en 10 años
El anterior propietario del grupo, Sara Lee (vendió en diciembre pasado la empresa a Sun Capital), ya acometió un silencioso plan de reestructuración en los últimos 10 años. Sans pasó a manos norteamericanas con nueve factorías, casi todas en Cataluña. Primero cerraron las hilaturas, al compás del desmantelamiento del sector, para seguir con una reducción paulatina de las plantillas de las cuatro factorías que han quedado. El siguiente paso fue la venta de la filial británica Courtaulds, que posteriormente pasó a manos de la empresa española Dogi.