Deutsche Bank prefiere Nokia frente a Ericsson
El banco alerta sobre las cifras del semestre
Los expertos de Deutsche Bank han rebajado esta semana el precio objetivo de Nokia desde 18,5 euros por acción hasta 16,5 euros. La recomendación no ha sufrido retoques y sigue siendo la de mantener las acciones. La nueva valoración concede a los títulos de Nokia un potencial de subida del 12,8% sobre el precio al que cerraron la semana.
El banco alemán cree que los resultados del segundo semestre, que Nokia presentará el próximo 20 de julio, podrían ofrecer algún signo de debilidad, afectados por los movimientos en los tipos de cambio así como por la presión en los márgenes debido a la lucha que mantiene la compañía finlandesa con Motorola. Los analistas también advierten en su informe que los volúmenes en determinados mercados emergentes donde está presente la compañía han dado muestras de debilidad y que la tecnología 3G avanza todavía de forma muy lenta en Europa.
A pesar de estas debilidades en el corto plazo, Deutsche Bank destaca que a largo plazo Nokia sigue siendo una compañía sólida. Los analistas destacan la excelente posición financiera del gigante finés, la valoración atractiva a la que cotiza y los beneficios adicionales que pudieran derivarse del reciente acuerdo firmado con Siemens. Por todos estos motivos, Deutsche Bank señala en su informe que prefiere a Nokia frente a Ericsson, su más directo competidor en Europa.
La valoración de 16,5 euros por acción que ha fijado el banco de inversión para Nokia no tiene en cuenta las posibles sinergias del acuerdo con Siemens. Los expertos destacan que bajo todos los parámetros los títulos de Nokia están 'baratos'. El valor cotiza a un PER (número de veces que el beneficio por acción está contenido en la cotización) de 14 veces mientras que la media del sector es de 16,3 veces. 'Esperamos que la compañía mejore sus previsiones de cara al ejercicio 2007 para volvernos más positivos acerca del valor', indican.
Entre los catalizadores que Deutsche Bank ve en Nokia se encuentra una más rápida evolución de la tecnología 3G de la prevista y una mejora en la división de grandes empresas. Por contra, entre los riesgos destaca posibles cambios en el equipo gestor.