Los ejecutivos aseguran sus riesgos profesionales
Los seguros de responsabilidad civil de los altos cargos crecen un 30% al año. Su objetivo: blindar los patrimonios
Cuando hace tres años un grupo de accionistas de Terra en Estados Unidos decidió presentar una demanda contra Telefónica en relación a la opa de la operadora sobre Terra Lycos no se contentaron con incluir solamente a Telefónica y a su filial. La demanda se refería también a diversos consejeros de la compañía: algunos ejercían el cargo en ese momento, otros ya no ocupaban su sillón. La misma experiencia vivió hace años el por entonces presidente de DaimlerChrysler Jürgen Schrempp al enfrentarse a una demanda de antiguos accionistas de Chrysler que le acusaron de haber mentido sobre las condiciones de la fusión.
Ni los consejeros de Telefónica ni el ex presidente de DaimlerCrhysler son ejemplos aislados. Sus experiencias respaldan a quienes sostienen que los ascensos a sillones de consejos de administración y altos puestos directivos pueden convertirse en caramelos envenenados. Sin embargo, como en todo veneno también aquí hay un antídoto: se llama seguro de responsabilidad civil de D&O (directors and officers) y en los últimos años se ha convertido en la armadura imprescindible de todo alto cargo. 'El mercado de este tipo de seguro está creciendo muchísimo. Es ya muy común entre las grandes compañías y en las cotizadas. En muchos casos es el propio consejero o directivo el que lo exige como una condición para aceptar el cargo', resume Luis Alfonso Fernández Manzano, experto de Ernst & Young.
Desde la reforma de la Ley de Sociedades Anónimas los administradores sociales responden de su gestión con su patrimonio personal. Tanto la nueva legislación concursal como la Ley de Transparencia, la nueva ley del mercado de valores o el código de buen gobierno han ido en la línea de extender y endurecer esa responsabilidad. Como resultado inmediato se ha inaugurado una edad de oro para este tipo de seguros. 'Estamos viendo un crecimiento de un 30% anual en las pólizas de D&O, mientras que en el resto de los seguros del ramo el crecimiento es de entre un 15% o un 18%', apunta José María Elguero, gerente de riesgos financieros y profesionales de Marsh. En su opinión, también el mercado bursátil y financiero ha aportado su grano de arena al incremento de la demanda. 'Hay grandes movimientos accionariales en la Bolsa y eso hace que no se sepa quién puede llegar a entrar en una empresa. Lo mismo ocurre con las salidas a Bolsa y en operaciones de capital riesgo, por eso se busca esta cobertura'.
Los seguros suelen cubrir también a los herederos y el cónyuge del consejero o alto directivo asegurado
El modelo tipo de estos seguros, que son contratados por la compañía, cubre el patrimonio personal del asegurado, es decir, del consejero o directivo. Las pólizas protegen tanto a los cargos de derecho como de hecho, o lo que es lo mismo, a aquellas personas que sin ostentar el cargo de administrador o directivo ejercen como tales. 'También se suele cubrir a herederos y cónyuges que pueden resultar perjudicados por la reclamación', apunta José María Conde-Salazar, director de líneas financieras de ACE. El límite de la póliza depende del tipo de compañía y del sector, aunque en general pueden oscilar de cinco o diez millones en una pyme a 150 o 300 millones en una cotizada o en una empresa de un sector de alto riesgo. Aunque muchas de las reclamaciones se resuelven fuera de los tribunales, el grueso de los gastos que asume el seguro corresponden a gastos legales. 'El 70% de los gastos corresponden a la defensa jurídica, porque aunque finalmente no estés obligado a pagar una indemnización lo que debes hacer en cualquier caso es defenderte', señala José María Elguero. El resto, explica, se divide entre el pago de la indemnización y los gastos de fianza. La cobertura de la póliza excluye en cualquier caso los daños derivados de actos dolosos, es decir, realizados con mala fe.
Pese a su indudable utilidad, se trata de un seguro no exento de crítica. 'Una de las acusaciones que se les ha hecho es la posibilidad de que fomenten las reclamaciones. También se ha dicho que el contar con una póliza podía hacer que el directivo o consejero se relajase y actuase con menor cuidado. Hay quien afirma que se pierde la función disuasoria que tiene la legislación sobre responsabilidad civil, pero también es cierto que se garantiza la compensatoria', concluye Luis Alfonso Fernández Manzano, experto de Ernst & Young.
El peligro de un error en un folleto
'La mayoría de las sociedades en España están pensando en contratar un seguro de estas características, si no lo tienen ya. Prácticamente la totalidad de las compañías del Ibex 35 lo tienen', señala José Carlos Marcos, de Willis. Pese a que los seguros de responsabilidad civil de D&O son útiles en cualquier momento, existen determinadas circunstancias en que se hacen especialmente aconsejables. 'Las reclamaciones por el contenido del folleto informativo en las operaciones bursátiles son cada vez más comunes. La cobertura en estos supuestos suele ampliarse: se cubre a consejeros y directivos y también a la sociedad. Cualquier error en la información está cubierto', explica José María Conde-Salazar, de ACE. El capital riesgo es otro nicho creciente, aunque con algunas especialidades. Así, las aseguradoras aconsejan combinar un seguro D&O con una póliza de responsabilidad profesional para cubrir todos los flancos. 'La cobertura suele ser por la gestión de las empresas participadas, que puede dar lugar a reclamaciones. La póliza de D&O cubre las decisiones estratégicas y la de responsabilidad civil profesional cubre la dirección técnica', señala Conde-Salazar. Las fusiones y adquisiciones son otro buen momento para contar con una póliza. 'Hay estudios que revelan que el riesgo se triplica si en los últimos nueve años de vida de la sociedad hubo una fusión', advierte Luis Alfonso Fernández Manzano, de Ernst & Young.