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Ciencia

Las seis amantes de Albert Einstein

Nada mejor que 1.400 cartas de amor para rescatar la persona que se esconde tras el icono. Porque Albert Einstein fue el científico de aire alocado que posó con la lengua fuera tras revolucionar la física con un puñado de teorías espectaculares, pero también fue un hombre de carne y hueso, y si no que le pregunten a su esposa.

Otras cartas de Einstein ya conocidas parecían sugerir que su primer matrimonio ¦mdash;se casó en 1903 con Mileva Maric y tuvo dos hijos con ella¦mdash; fue desdichado. La pareja se divorció en 1919, y poco después el científico se casó con una de sus primas, Elsa. A finales de los años 80, la hija de ésta, Margot, donó 1.400 cartas escritas por Einstein a la Universidad Hebrea, con la orden de no hacer público su contenido hasta dos décadas después de su muerte. Elsa falleció el 8 de julio de 1986, y la universidad no ha esperado demasiado en poner la correspondencia del científico al alcance de periodistas e investigadores.

De las cartas hechas públicas ahora se deduce que Einstein fue todo menos un marido fiel. El científico, que murió en 1955 a los 76 años, pasaba poco tiempo en casa: vivía en Estados Unidos, pero viajaba por medio mundo dando conferencias. Así, su forma de comunicarse con familia y amigo era la profusa correspondencia conservada, entre otros, por Elsa. Hasta seis amantes tuvo Einstein durante su matrimonio con Elsa, que le colmaban de un cariño ¢no buscado¢, según le explicó el mismo a su esposa. Estella, Ethel, Toni, Margarita ¦mdash;su ¢amante espía rusa¦mdash;, M. y L. son sus nombres.

¢Es verdad que M. me ha seguido [hasta Inglaterra], y que su persecución se está volviendo fuera de control¢, escribió a Margot en 1931. ¢[Pero] de todas las damas, sólo me siento ligado a la señorita L., que es completamente inofensiva y decente¢, añadía Einstein. En otra carta, el científico le pedía a su hijastra que le pasara ¢una pequeña carta a Margarita, evitando así proporcionar material para chismes a los cotillas¢.

Según ha explicado el director de la Exposición Mundial sobre Albert Einstein de la Universidad Hebrea, Hanoch Gutfreund, este hatillo de cartas tiene la novedad de incluir por primera vez las respuestas que su familia le enviaba. Ayuda además, en su opinión, a romper el mito de que el científico era muy frío con sus allegados: ¢En las cartas muestra un profunda amistad y comprensión con Mileva y sus hijas¢.

A la postre, el científico se casaría con Elsa, en lo que Gutfreund describe como ¢un matrimonio de conveniencia¢. A ella le escribía casi cada día, contándole sus experiencias durante sus viajes para dar conferencias. Así se han podido conocer ahora algunas de sus opiniones sobre su vida y su trabajo. En 1921, escribía en una postal: ¢Pronto estaré harto de la [teoría de la] relatividad. Incluso algo así se desdibuja cuando uno se implica demasiado en ello¢. En 1933, años antes del Holocausto, dejó para la posteridad: ¢Uno teme en todas partes la competencia de los cerebritos judíos expulsados [de Alemania]. Estamos incluso más agobiados por nuestras fortalezas que por nuestras debilidades¢. Einstein, judío y alemán, tuvo que huir de su país en los años 30 por el acoso del ascendente régimen nazi.

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