Aster 2001, un tinto crianza de la ribera que gusta
La Rioja Alta, centenaria bodega del barrio de la Estación, en Haro, emprendió su expansión a finales de los 80. Primero se fijó en Lagar de Fornelos (O Rosal, Pontevedra), que adquirió en 1988. Después Torre de Oña, en la Rioja alavesa, y el último paso consistió en comprar una finca, plantar viñas y levantar una bonita bodega en la Ribera del Duero, Viñedos y Bodegas Aster. Hasta aquí, y por ahora, se extienden los tentáculos de este grupo vinícola que sigue teniendo en los clásicos tintos riojanos de La Rioja Alta sus mejores argumentos.
El proyecto de Aster se ha ido consolidando poco a poco. De hecho, aunque se comenzó en 1991, las primeras cosechas de uva se vendieron, y no fue hasta 2004 en que sacó al mercado su primer vino, un reserva.
La bodega y los viñedos se localizan en Anguix, prácticamente el centro del triángulo de oro de la ribera en la provincia de Burgos, una zona muy bien valorada por la calidad de sus terrenos. Allí cuentan con 95 hectáreas de tempranillo divididas en distintas parcelas, con las que van jugando en función de las características que quieran conseguir (para el crianza, sólo se vendimió la parcela El Caño, de bajo rendimiento por hectárea). Con uvas seleccionadas y barricas seminuevas de roble americano y francés, han sacado recientemente su primer crianza, que se suma al reserva, único tinto que de momento elabora la bodega.
El Aster 2001 es un vino que refleja perfectamente la tipicidad de la ribera. Tiene una nariz intensa y atractiva, marcada por los tonos de fruta bien madura y en la que también están presentes las notas de barrica, sobre todo cueros, especias y rasgos animales. En la boca es sabroso, maduro, equilibrado, de cuerpo medio y un final con cierta elegancia que recuerda a lo percibido en la nariz. Un tinto que gusta. Precio: 11,50 euros.