El dopaje decapita al Tour
La edición que busca sucesor a Armstrong arranca con la expulsión de Ullrich y Basso
Hoy echa a andar en Estrasburgo el Tour de Francia con un prólogo de 7,1 kilómetros. La que a priori iba a ser la edición más emocionante en muchos años al no haber un claro favorito para suceder a Lance Armstrong, arranca en cambio envuelta en el escándalo. La investigación en España contra la supuesta trama de dopaje organizada por el médico Eufemiano Fuentes, conocida como Operación Puerto, por la que hasta 58 ciclistas habrían recibido sustancias prohibidas, ha depositado la semilla de la sospecha en buena parte del pelotón internacional.
El dopaje es precisamente el causante de que sin haberse dado aún ni una pedalada el Tour tenga ya importantes bajas. El T-Mobile tomó ayer la decisión de excluir del equipo que participará en la ronda francesa a Jan Ullrich, ganador en 1997 de la grande boucle, y a su compañero Oscar Sevilla, ambos involucrados en la trama del doctor Fuentes. También ha sido expulsados por este mismo motivo algunos de los ciclistas más conocidos del pelotón y potenciales aspirantes a ocupar un puesto de honor en los Campos Elíseos de París como el reciente ganador del Giro de Italia, Ivan Basso y el español Francisco Mancebo, a los que se unió anoche Alexandre Vinokourov.
Las expulsiones no ha sido sólo individuales sino que han afectado también a equipos enteros. Hace unos días la organización del Tour decidió retirar la invitación al Comunidad Valenciana ya que su director deportivo adjunto, José Ignacio Labarta, aparecía relacionado con la trama de dopaje en España. El Astaná, antiguo Liberty Seguros, parecía salvado tras su recurso al Tribunal de Arbitraje Deportivo. Pero la organización del Tour anunció a última hora del viernes que el equipo que lidera Vinokourov tampoco tomará la salida por los vínculos de su director, Manolo Saiz, y algunos de sus corredores con Eufemiano Fuentes.
Los expertos creen que los escándalos pueden provocar una crisis económica en el ciclismo al ahuyentar a los espónsor
Este escándalo puede dejar herido de muerte al ciclismo al atacar su flanco más débil: las finanzas. 'Los casos de dopaje están provocando que cada vez sea más difícil para los equipos encontrar patrocinadores', reconoce Ignacio Urrutia, profesor de gestión deportiva de IESE, en declaraciones a Bloomberg.
Valverde, a pescar en río revuelto
El dopaje, como ya hiciera en 1998 con el caso Festina, ha decapitado al Tour, dejando en un segundo plano los aspectos meramente deportivos. Si antes de las bajas de última hora la edición de este año se presentaba muy abierta, ahora es una auténtica incógnita quién puede suceder en el palmares de la carrera a Armstrong, que había dominado de principio a fin la competición durante los últimos seis años.
Dos nombres son los que manejan los expertos, el español Alejandro Valverde y el estadounidense Floyd Landis. Valverde fue el único que puso contra las cuerdas a Armstrong en las etapas de montaña el pasado año. Sin embargo, se tuvo que retirar a mitad de Tour por una lesión en una de sus rodillas. Este año llega en plena forma y avalado por sus triunfos en dos de las clásicas de invierno más importantes del calendario ciclista: la Lieja-Bastoña-Lieja y la Flecha Valona.
El recorrido que este año tiene el Tour se puede calificar de clásico: dos contrarreloj largas (la segunda en la penúltima etapa) y varias jornadas de alta montaña. En los Pirineos destaca la etapa con final en Pla de Beret, mientras que en los Alpes la atención volverá a centrase en la mítica cima de L'Alpe D'Huez.