El déficit de hospitales abre un negocio de 2.700 millones a las concesionarias
El afán de los Gobiernos regionales por intentar paliar la falta de hospitales va a generar un jugoso negocio para las constructoras. Sólo en lo que queda de legislatura, menos de un año, prevén sacar a concurso más de 20 nuevos centros y reformas urgentes en varios ya existentes, lo que supondrá obras por 2.743 millones. A esto se une que cada vez apuestan más por ceder la gestión de servicios a las empresas.
Las grandes y medianas constructoras hacen ya sus cálculos para la verdadera oleada de hospitales que saldrá a concurso. Las comunidades autónomas aceleran sus planes con vistas a cerrar una buena legislatura electoralmente y entre ellos figura un aumento exponencial de los centros sanitarios. Prevén sacar a concurso, si es posible en un año, más de 20 nuevos hospitales y ampliar otros que ya están en funcionamiento. Sólo el presupuesto de construcción será de 2.743 millones de euros, según los datos del sector a los que ha tenido acceso Cinco Días.
Castilla y León gana por goleada en número de centros planeados. Después de adjudicar hace meses el gran hospital de Burgos a un consorcio liderado por OHL, en el que también figuran Caja Duero, Caja Burgos y Caja España, entre otros, ahora abre de nuevo la espita con otros cinco complejos hospitalarios en León, Soria, Ávila, Valladolid y Salamanca. De hecho, hace semana y media que las constructoras presentaron sus ofertas por el primero de ellos, que tiene un presupuesto de 58,3 millones de euros. Entre las interesadas figuran la constructora San José y Ferrovial, en consorcio con la vallisoletana Begar, entre otras.
Pero el más interesante puede ser el de Salamanca, ya que la Junta de Castilla y León sopesa si ceder la gestión de los servicios no médicos a empresas privadas. Lo que sube el presupuesto, ya que incluye un canon anual según la calidad del servicio prestado. æpermil;ste es otro de los filones que han descubierto las constructoras en su camino hacia la diversificación en su sentido más amplio. El Gobierno madrileño de Esperanza Aguirre ha sido el que más firmemente ha apostado por esta fórmula de construcción y explotación de servicios durante 30 años como forma de aplazar el pago de estas infraestructuras y ha licitado ocho hospitales el año pasado. Eso sí, la cesión permite un margen provechoso a las constructoras.
Baleares lidera la mayor partida para estas infraestructuras, 778 millones, pero sólo en un hospital, el nuevo de Son Dureta en Palma de Mallorca. Es la inversión que anticiparán las constructoras y que luego recuperarán en forma de canon anual ya que este hospital sigue el modelo que Aguirre copió de Reino Unido, cuna de este tipo de concesiones.
Le sigue en volumen la comunidad de Castilla-La Mancha, con un gran hospital en Toledo ya en licitación, y con una partida de 613 millones de euros, aunque en gran parte por el volumen del citado centro.
La Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Asturias, Aragón, Galicia, Cataluña, La Rioja y Extremadura se unen a esta fiebre de hospitales de la que pocas regiones quedan fuera (ver gráfico). De los al menos 24 nuevos centros proyectados, dos serán totalmente privados, los que el Gobierno de Francisco Camps planea en Manises y Crevillente. Otros dos, en Palma de Mallorca y Toledo, tendrán gestión privada pero sólo en servicios no médicos.
Concesiones al alza
El afán por crecer en concesiones de infraestructuras ya no sólo implica a las grandes constructoras cotizadas. Constructora San José, octava por facturación, está reforzando su apuesta por este negocio. En hospitales, acumula experiencia sobre todo en construcción, aunque también logró el contrato para el Hospital Central de Asturias, para el que el Gobierno regional creó una sociedad que canaliza la concesión de gestión de servicios, explican fuentes del grupo.
Adjudicaciones. Las grandes pujan por Son Dureta y el gran hospital de Toledo
La atención de las constructoras se centra ahora en los hospitales de Son Dureta II, en Palma de Mallorca y el de Toledo, ambos con gestión de servicios no sanitarios y ambos en fase de licitación. En el primero de ellos, ya ha habido un paso más. De los seis consorcios presentados, han quedado fuera Ferrovial y Sampol, según fuentes del sector. Siguen entonces pendientes de la adjudicación por 778 millones los consorcios de Dragados (de ACS) y FCC, unidos a dos locales, además del de Sacyr y San José, Acciona con Ortiz y OHL con Inabensa y Bovis Lend Lease.En el hospital de Toledo, han presentado oferta la semana pasada las grandes constructoras. De hecho, el concurso planteado por el Gobierno de Castilla-La Mancha acotaba a estas empresas la adjudicación. Figuran ACS, Ferrovial, FCC, Acciona, Sacyr Vallehermoso con San José y OHL, en principio. Está previsto que salga en breve la licitación para los servicios no médicos. El Ejecutivo quiere crear una empresa público-privada parecida a la que Alberto Ruiz-Gallardón ha ideado para gestionar la M-30.
Tendencia. La fiebre de la gestión privada cala en el Ejecutivo valenciano
Fue en torno a los noventa cuando la Comunidad Valenciana dio a luz el primer hospital con gestión privada, el de Alzira, que inauguró el modelo de institución gestionada por una fundación. Diez años después, el Gobierno regional sigue avanzando en esta fórmula de gestión privada. Y el siguiente paso es construir dos nuevos hospitales en Manises y Crevillente con los servicios médicos y no médicos en manos de las empresas adjudicatarias, al estilo del centro de Valdemoro que adjudicó el Ejecutivo madrileño, el único de los ocho sacados a concurso. La fórmula beneficia a los Gobiernos regionales, porque les permite presentar una deuda saneada, como exige Bruselas, ya que no se la anotan de golpe sino que se apuntan el canon anual que pagan a las empresas. Aunque venderlo al electorado les cuesta, apuntan en el sector constructor. Mientras, las constructoras prefieren la cesión sólo de los servicios no sanitarios porque la gestión médica les obliga a hacer alianzas con empresas de salud. Tienen filiales de servicios pero no médicos. La diversificación no llega tan lejos.