Lujo paradisiaco en Bora Bora
La fotografía es real. Sobre las blancas playas de Bora Bora, el grupo Intercontinental acaba de abrir un exclusivo hotel compuesto por 80 bungalós alzados sobre pilotes en una laguna, emplazado en el océano Pacífico y frente al majestuoso Monte Otemanu. Pero la gran novedad es su centro de talasoterapia, pionero en el mundo, que utiliza en sus tratamientos agua de las grandes profundidades, extraída a 915 metros del fondo del océano, empleada como fuente de regeneración y de bienestar del organismo.
Sin duda, este agua preservada de toda la influencia exterior desde hace milenios, es una de las más puras del mundo. Es rica en activos minerales, vitaminas y oligoelementos (calcio, sulfato y azufre), es un auténtico concentrado de nutrientes indispensables para la salud.
Todo ello en un frondoso marco de 4.000 metros cuadrados, salpicado de bungalós colgados de un fondo de cristal para poder contemplar, en solitario o en pareja, la fauna y la flora marinas durante los tratamientos. Los clientes disponen de espacios de relax con vistas despejadas al océano, balnearios exteriores multisensoriales, baños de vapor y duchas experimentales para el despertar de los sentidos, una sala de fitness y una zona de tisanas.
El Intercontinental Resort and Thalasso Spa Bora Bora se compone de 80 espaciosas villas de más de 100 metros cuadrados con terrazas, situadas sobre una barrera de coral al lado de la playa. Ofrece lujo extremo, sin ningún tipo de ostentación ni florituras, completamente orientado hacia la evasión y el bienestar de sus huéspedes.
En la construcción se han empleado materiales locales. Las villas de pícea (pino), con los tejados de pandano trenzado, cuya hoja es muy resistente. El complejo turístico también obtiene la calificación de ecológico debido a que su climatización se efectúa con el agua de las profundidades abisales, extraída a una temperatura de cinco grados centígrados. Este agua fría se utiliza en lugar de los hidroclorofluorocarbonos tradicionales (causantes de una parte de los trastornos climáticos) como refrigerante en el sistema de intercambio térmico de refrigeración. Un procedimiento que no sólo permite ahorrar el 90% del consumo eléctrico del aire acondicionado, sino que además no produce ningún impacto en el medio ambiente.
Esta alternativa ecológica fue sugerida ya hace algunos años a los promotores de este proyecto hotelero por el actor Marlon Brando, propietario a su vez del atolón vecino de Tetiaroa, del que se enamoró en 1965 durante el rodaje de la película Motín a bordo. El centro también ofrece una playa privada de 500 metros e arena blanca, dos restaurantes y bares, sala de conferencias, cancha de tenis y una zona de despegue y aterrizaje de helicópteros.
Para todo aquel que lo desee, y como novedad, el centro dispone de la primera capilla del mundo para la celebración de enlaces matrimoniales edificada sobre el agua y con suelo de cristal para que los habitantes del fondo marino sean testigos de también de tan especial acontecimiento.
El precio de la estancia varía según la temporada, pero estamos hablando de unos 800 euros la noche para dos personas.