Honda fabrica en secreto un motor diésel para competir con Toyota
El fabricante del Civic prepara para 2009 una nueva mecánica más respetuosa con el medio ambiente
En 1973 el ingeniero Takeo Fukui ayudó a colocar a Honda en el mapa estadounidense con el subcompacto Civic que cumplía con los estándares sobre emisiones contaminantes sin el filtro de 1.000 dólares conocido como convertidor catalítico. Tenía 28 años. Ahora, como máximo responsable de la compañía, Fukui, de 61 años, quiere repetir su triunfo.
En un laboratorio ubicado a 109 kilómetros al norte de Tokio, sus ingenieros están fabricando un motor diésel para 2009 que, según Honda, cumplirá tanto con los nuevos límites de EE UU, incluidas las leyes más estrictas de California sobre emisiones de negro de humo y óxido nitroso. Aun así, utilizará un 30% menos de combustible que los modelos de gasolina.
Honda no permite visitas al laboratorio. Fukui lo cuida como su arma secreta ahora que los precios de la gasolina se han disparado a una media de 0,6 euros el litro en EE UU y que el calentamiento global preocupa al 62% de los estadounidenses, según una encuesta de marzo de Gallup.
Honda ha aumentado su inversión en investigación anual un 6,8%, hasta alcanzar los 3.776 millones de euros
'La gente quiere coches menos contaminantes, que gasten menos combustible y que sean más seguros', dice John Casesa, consultor de la industria automovilística de Casesa Shapiro. 'Estas tendencias coinciden con los puntos fuertes de Honda', añade.
Honda ha aumentado su inversión en investigación para el año que concluye el 31 de marzo del 2007 a un récord de 545.000 millones de yenes (3.776 millones de euros), un 6,8% más que el año anterior. Fukui está avanzando en varios proyectos: desde células de combustible y robots humanoides hasta un negocio de aviones cuyo fuselaje está hecho de plásticos compuestos. El año pasado Honda adquirió las patentes de genes de arroz de alto rendimiento. Está intentando aprender genética básica con el propósito de producir etanol a partir de la caña de azúcar y usarlo como combustible para coches.
'Queremos tener la imagen de marca que más contribuye al medio ambiente', explica Fukui. Asegura que Honda tiene una ventaja sobre sus rivales, porque sus motores sirven para varios aparatos, desde motocicletas -segmento en el que es líder mundial- hasta máquinas para cortar el césped. Esto le da a Honda flexibilidad si la industria automovilística se desploma.
Las acciones de Honda reflejan el optimismo sobre el futuro de la empresa. El título subió un 31% en el último año. Por su parte las acciones de Toyota, el mayor fabricante de automóviles de Japón y el mayor rival de Honda, subieron un 49%.
A pesar de competir encarnizadamente, la dos empresas se necesitan, según James Womack, presidente del grupo de investigación Lean Enterprise Institute. 'Sin Honda, Toyota sería demasiado conservadora, y sin Toyota, Honda sería demasiado loca', dice.
Toyota vendió 7,9 millones de coches y camionetas el año pasado, más del doble que los 3,4 millones vendidos por Honda. Un riesgo importante es que Toyota aumente su producción y operaciones de marketing. No obstante, con su experiencia en la producción de motores cada vez más eficientes, Honda quizá persuada a los clientes y los inversores de que es una alternativa para cualquiera que apueste por el poder de lo ecológico.