La patronal del sector pone en marcha un certificado de calidad
La Asociación Española de Franquiciadores, que acaba de reelegir a su junta directiva, ha fijado como retos para este año el lanzamiento de un certificado de calidad para la franquicia y la reforma del Registro de Franquiciadores. El objetivo es depurar el sistema y dar fiabilidad al inversor o emprendedor que se adhiera a una enseña.
La patronal de la franquicia se ha propuesto ofrecer una imagen de transparencia y fiabilidad proporcionando herramientas de control para que el potencial franquiciado que decida entrar en una enseña, tenga las mayores garantías posibles. Por este motivo, la junta directiva, que fue reelegida el pasado 15 de junio, espera presentar un certificado de calidad el próximo mes de septiembre durante un congreso en las Palmas.
Esta iniciativa consiste en certificar el proceso de venta de franquicias que lleva a cabo la central, así como explicar el modus operandi de la enseña. El comité de la AEF (Asociación Española de Franquiciadores) que se ha encargado de la norma de calidad ya tiene redactado un borrador que ahora pulirá una empresa certificadora. La idea es que se ponga en marcha durante este verano con una o dos enseñas como prueba piloto, de modo que en septiembre se presente el certificado de calidad junto a los resultados de la prueba.
Según fuentes del sector, el certificado de calidad incluye un compromiso de transparencia y buenas prácticas por parte de la enseña frente a sus franquiciados, estableciendo un código deontológico que debe hacer público. Para lograr este certificado de calidad, el franquiciado también debe tener, al menos, dos unidades operativas en propiedad más dos franquicias con una duración superior a dos años.
Otra de las exigencias consiste en estar inscrito en el Registro de Franquiciadores con sus datos veraces y en disponer de manera documentada de un sistema formativo y de asistencia técnica para los franquiciados.
El contrato de franquicia debe regular los términos en que el franquiciador podrá ejercer su derecho a decidir la evolución de la franquicia, los mecanismos de control y supervisión, así como las condiciones de venta de la franquicia a un tercero y la posible recompra por parte de la central.
El franquiciador debe proporcionar a su asociado un procedimiento documentado para la comunicación con todos sus franquiciados, a los que facilitará información sobre la política de precios, el mercado, los competidores, las políticas promocionales y toda la normativa legal que pudiera afectarles. Los franquiciados pueden adquirir libremente los productos y servicios necesarios para desarrollar su actividad, excepto aquellos fijados por el franquiciador y aceptado por el asociado.
El comité encargado de elaborar el certificado de calidad está compuesto por Tormo, Barbadillo, MRW, Don Piso, Bip Bip, Lienzo de los Gazules y el presidente de la patronal, Xavier Vallhonrat.
La reforma del Registro de enseñas, el nuevo reto
La Asociación Española de Franquiciadores contabiliza 712 enseñas, más de 37.200 establecimientos franquiciados y unas 11.000 unidades propias. Sin embargo, estos datos difieren de los ofrecidos por otras consultoras especializadas debido a que muchas enseñas no cuentan con los mínimos fijados por la patronal, lo que lleva a contabilizarlas o no como franquicias. Para evitar estas diferencias y arrojar transparencia sobre el sector, se quiere dar mayor protagonismo al Registro de Franquiciadores, modificando su operativa. La patronal ha pedido apoyo al Ministerio que ha enviado cartas a las comunidades que poseen su propio registro para coordinar el trabajo de recogida y actualización dedatos. Según el presidente de la AEF, Xavier Vallhonrat, la idea es que las empresas que figuren sean veraces, eliminando del registro a las que no cumplan.