La caída del consumo por la gripe aviar fuerza a exportar carne de pollo
La amenaza de la gripe aviar está pasando factura al sector avícola. El constante descenso en el consumo y la consiguiente caída de precios ha provocado un excedente de producción de cerca de 16.000 toneladas de carne de pollo, según denuncia la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). Javier López, responsable del sector avícola en la organización, recalca que un excedente similar en esa industria ha ocurrido solamente en 1999, cuando se produjo la crisis de los pollos belgas, que redujo drásticamente el consumo de pollo en España.
A pesar de que los precios de los productos avícolas se habían recuperado en el primer trimestre del año, en abril registraron un descenso considerable. En ese mes el precio de la carne de ave ha llegado a caer un 9% con respecto a 2005. En mayo, se ha producido una ligera recuperación, que aún no compensa los nivelas registrados el año pasado.
De esta forma, el excedente se ha ido acumulando desde octubre pasado, cuando se desató la alarma por el contagio de gripe aviar en humanos y aves de corral en Asia y África, con repercusiones en la Unión Europea. Desde entonces, el descenso en el consumo ha sido una constante, alcanzando un máximo (12%) en febrero, sin que en España se haya producido un sólo caso de gripe aviar.
En ese periodo, se han ido acumulando las 16.000 toneladas de carne de pollo, para las que el sector industrial busca una salida en los mercados externos.
La interprofesional del sector avícola, Propollo, intenta introducir pollo congelado en Rusia, país donde han muerto 1,3 millones de aves sacrificadas por la gripe aviar, y han sido vacunadas más de 22 millones de aves de corral.
Congelación
Propollo también ha ofrecido los excedentes a un precio preferencial a varias ONG en África. Esa estrategia fue acordada en una reunión de los industriales del sector avícola con el Ministerio de Agricultura. En la reunión, Agricultura ofreció facilidades para congelar la carne que no tenga salida en el mercado local.
La Unión Europea intenta paliar los efectos del consumo de carne. La Comisión Europea ha aprobado una ayuda parcial a los productores. El Ejecutivo comunitario financiará un 50% de todas las medidas que adopten los Estados nacionales por su cuenta para compensar al sector.
Acostumbrados a dar salida a la producción
La industria intenta dar salida al excedente acumulado. 'Estamos trabajando en todos los frentes posibles para que otros mercados absorban algunas toneladas', afirma Federico Félix, presidente de Propollo. Sin embargo, las negociaciones con Rusia y las organizaciones no gubernamentales (ONG), a través de un intermediario, aún no han concluido.López, por su parte, vaticina que España tendrá que convertirse en un país exportador de pollo, a pesar de que no tiene esa vocación. 'El país consume prácticamente los 660 millones de pollos que producimos al año', señala.Mientras tanto, la prevención es esencial para evitar mayores alarmas en el mercado. El Gobierno español mantiene zonas de vigilancia a 3 y 10 kilómetros a la redonda de las zonas consideradas de potencial peligro de contagio (humedales).