Apuesta por los jóvenes talentos
Con la llegada del verano, las apuestas editoriales inciden en una literatura más ligera, distinta. Una de las más curiosas es la realizada por la editorial de libros de bolsillo Booket, que desde hace tres años entrega como regalo, junto con algunas de sus novedades, un volumen, Tiempo de relatos, en el que se recogen los diez mejores cuentos del concurso de Jóvenes Talentos Universitarios.
A la presente edición, que contó con jurados como Lorenzo Silva y Juan Manuel de Prada y estuvo dotado con 6.000 euros de premio, se presentaron 250 originales. El ganador fue un estudiante cántabro de Ingeniería Química, Marc R. Soto, con publicaciones previas en revistas especializadas en el género fantástico. El cuento ganador, Regreso al bosque, está protagonizado por un gigoló que sufre una crisis de autoconfianza y tiene un leve giro macabro para terminar.
El volumen sirve para conocer las voces de una decena de jóvenes autores que tocan toda suerte de temáticas, pero que según Marc R. Soto demuestran también ciertas pautas comunes: 'Creo que, respecto a la literatura escrita por jóvenes de hace veinte o treinta años, se percibe un mayor conservadurismo. A fin de cuentas, la literatura no es sino un reflejo de la sociedad en la que se crea, y la nuestra es cada vez más conservadora'.
Soto, que espera publicar su primer libro a lo largo de este año, considera que los nuevos aires sociales no afectarán a la literatura: 'Francamente, dudo que vaya a desaparecer, aunque tal vez atraviese momentos de crisis, algo parecido a lo que le está ocurriendo a la industria musical. Los homo sapiens hemos sido siempre grandes amantes de las historias, y eso no va a cambiar'. En su caso, además, es la temática fantástica la que le atrae con mayor fuerza, por razones que sólo superficialmente pueden parecer contradictorias: 'La literatura fantástica ofrece herramientas maravillosas para el tratamiento de la realidad: extrapolación, alegoría Con ella podemos ver el mundo que nos rodea de un modo radicalmente diferente'.
La apuesta por el relato también es firme para jóvenes como Soto: 'Creo que cada historia impone su propio ritmo; las hay comprimidas que se desvanecerían en longitudes largas, como las hay mastodónticas que serían telegráficas narradas con brevedad'.