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Aeronáutica

EADS se desploma en Bolsa por los problemas del A-380

Las acciones del consorcio aeronáutico europeo EADS se desplomaron ayer en la Bolsa de París un 26,32%, un día después de que su filial Airbus comunicara un nuevo retraso en las entregas de su proyecto estrella, el Superjumbo A-380.

Los títulos del gigante aeronáutico EADS sufrieron ayer el mayor castigo de su historia en Bolsa, tras caer un 26,32% en París, su mercado principal, lo que situó el precio de sus acciones en los 18,73 euros, por debajo incluso de los 19 euros con que debutó en los mercados en julio de 2000. En España, donde también cotiza, se dejó un 25,92%.

El castigo pudo ser mayor puesto que, a media jornada, las acciones desplomaban un 34%, recortando el valor del consorcio hasta en 7.100 millones de euros. En lo que va de año, el grupo ya ha perdido un 41,3% de su valor en Bolsa, frente a la ganancia del 16% experimentada por la estadounidense Boeing, su gran rival.

El motivo del bajón bursátil hay que buscarlo en el anuncio hecho el martes por su filial Airbus, que retrasó por segunda vez el calendario previsto para la entrega de su principal proyecto, el superavión A-380, que ya acumula una demora de un año. Este nuevo aplazamiento supondrá un recorte de 2.000 millones en el beneficio operativo de EADS para 2010.

Las aerolíneas Emirates y Singapore Airlines, los principales clientes del A-380, ya han advertido de que reclamarán compensaciones a Airbus. La compañía de Singapur ha ido un paso más allá y ayer mismo anunció la compra de 20 aviones del modelo Dreamliner a Boeing, por 3.568 millones de euros, con opción a 20 aparatos más. Aunque la empresa trató de desvincular esta adquisición de los retrasos en el A-380, la decisión supone un varapalo para Airbus, que trata de competir contra el Dreamliner con una variación de su A-350.

El copresidente ejecutivo de EADS y antiguo responsable de Airbus, el francés Noel Forgead, expresó sus más sinceras disculpas en un encuentro con analistas. 'He construido toda mi carrera industrial creando confianza entre los accionistas. El anuncio del retraso supone un duro revés', admitió.

Preguntado si teme por su futuro al frente del grupo, Forgead se limitó a decir que esa decisión corresponde a los accionistas. 'El consejo de administración tendrá que valorar la situación, pero entiendo que tendrá más interés en encontrar el mejor camino para el futuro que en buscar responsabilidades en el pasado', afirmó.

En todo caso, el copresidente francés no dejó pasar la oportunidad para advertir que la situación exigirá o un mayor control de las actividades de Airbus desde la matriz o un 'cambio de reglas' en la filial pactado con su responsable, Gustav Humbert.

Las entregas de los primeros A-380 se retrasarán entre seis y siete meses más por problemas relacionados con las instalaciones eléctricas en las aeronaves. El año pasado, Airbus ya comunicó un retraso similar debido a complicaciones de ingeniería.

En la actualidad, los pedidos del nuevo Superjumbo ascienden a 159 aparatos y proceden de 16 clientes. Para este año, las entregas se limitarán a un avión, frente a los dos previstos, mientras que el año que viene se situarán en las nueve unidades, frente a las 25 aeronaves que Airbus esperaba colocar.

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