El FMI considera un avance insuficiente la reforma laboral pactada en España
El Fondo Monetario Internacional considera insuficiente la reforma laboral que acaba de aprobar el Gobierno, con el concierto de sindicatos (UGT y CC OO) y la patronal CEOE. El organismo multilateral reconoce que se han dado pasos 'positivos', pero reclama a España que abarate más el despido y siga eliminando las 'excesivas' rigideces que aún permanecen en el mercado de trabajo.
Los consejos del FMI se incluyen en el informe anual que la institución dedica a la economía española y que ayer hizo público parcialmente. El Fondo, que ahora dirige Rodrigo Rato, cree necesario 'seguir avanzando en reducir la rigidez de la contratación indefinida y los altos costes del despido' (el 60% de los contratos tienen una indemnización de 45 días por año trabajado), unos consejos que también hacía la institución al Gobierno español cuando Rato era vicepresidente económico del Ejecutivo, hace dos años.
El FMI se hace eco también de la 'elevada' temporalidad de los contratos que se firman en España, y que se sitúa cercano al 33% del total. Precisamente, el real decreto de reforma de mercado laboral, publicado ayer en el BOE, incluye entre otras medidas, un límite de encadenamiento de contratos temporales, para mejorar esta cuestión. Según se estipula en el decreto, los trabajadores que en 30 meses hayan tenido dos o más contratos temporales durante un periodo superior a dos años para cubrir un mismo puesto de trabajo, adquirirán automáticamente la condición de fijos. Esta medida es de aplicación a los trabajadores que suscriban tales contratos a partir de hoy.
Negociación colectiva
La institución que dirige Rato critica también el sistema actual de negociación colectiva en España, sobre todo la 'pervivencia de las cláusulas de indexación' de salarios a índices como la inflación prevista. El Fondo entiende que estas indexaciones ejercen un efecto negativo sobre la competitividad de la economía española, ya que se deben buscar otros baremos de subida salarial como la productividad en cada sector productivo. El informe del FMI insiste en que hay algunos sectores con un 'insuficiente grado de competencia' en el que factores como la persistencia de la inflación influyen en su viabilidad futura. Otras veces, la rigidez se encuentra en la 'escasa liberalización'.
En este sentido, el informe reconoce que se deben dar 'más pasos' en la liberalización de la energía, las telecomunicaciones, los transportes y algunos servicios profesionales. Además, señala que las regulaciones de los Gobiernos de las comunidades autónomas en el área de la distribución comercial son susceptibles de 'crear barreras' a la competencia en este sector, en clara referencia a los límites impuestos por algunas de ellas (Cataluña, entre otras) a la apertura de nuevos hipermercados.
Pensiones y sanidad
El Fondo recomienda también cambios continuos en el sistema de pensiones para poder asumir sin dificultades el mayor gasto público derivado del envejecimiento de la población. Un mayor uso de las pensiones privadas complementarias a la Seguridad Social sería una de las posibles soluciones. En cuanto al gasto público, el informe sugiere al Gobierno central que controle mejor el gasto de las administraciones territoriales (comunidades y municipios), que han ganado peso en el conjunto de las administraciones públicas.
Un crecimiento con excesivo peso de la demanda interna
La parte más amable del informe del FMI sobre España se refiere a las previsiones macroeconómicas. El Fondo estima que el PIB español crecerá este año 'un 3,3%', y obtendrá un superávit fiscal del 0,9% del PIB, en sintonía con las previsiones oficiales realizadas por el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes.El informe considera que el plan de dinamización y el plan de reformas económicas aprobado hace un año para estimular la economía 'están bien articulados'. Sin embargo, avisa de que este crecimiento económico que vive España ahora, por encima de la media de la Unión Europea, está 'excesivamente basado en la demanda interna', o lo que es lo mismo en el consumo de las familias y en sectores como la construcción. En cambio, el déficit exterior sigue agrandándose.Aunque el escenario futuro más plausible para el Fondo pasa por una 'corrección suave y gradual de los desequilibrios' españoles, sobre todo el déficit por cuenta corriente, el informe alerta de los nubarrones que se ciernen sobre la economía española. Entre ellos, destaca la gran dependencia energética española (petróleo sobre todo) en relación con otras economías, que está agravando el déficit por cuenta corriente, hasta tasas desconocidas (el 8% del PIB, más que el propio desequilibrio de Estados Unidos, en términos relativos).La inflación es otra rémora para la economía española. La persistencia en el tiempo de un diferencial de precios con la Unión Europea por encima del punto deteriora aún más la competitividad de la economía, necesitada de exportar a bajos precios para no perder cuota de mercado en el exterior.