Hospitales con comodidades y servicios de cinco estrellas
Las nuevas clínicas privadas suman a los servicios médicos lujos y comodidades propias de hotel
A partir del mes de octubre, cuando un personaje influyente, una personalidad pública o simplemente un ciudadano discreto quiera ingresar de incógnito en un hospital podrá hacerlo sin levantar sospechas. En esa fecha abrirá sus puertas un complejo hospitalario que ofrecerá a sus pacientes privados un aparcamiento con plazas reservadas, dispuestas junto a un grupo de ascensores que les llevarán directamente a la planta residencial. Una vez allí podrán registrarse sin salir de su habitación, una de las sesenta suites que el hospital reserva para este tipo de pacientes. En caso de elegir una Gran Suite -solamente existen cuatro en el centro- dispondrán de 55 metros cuadrados de espacio divididos en dos ambientes: uno para el paciente y otro para sus familiares y acompañantes. Dos cuartos de baño completos permitirán al enfermo disponer de intimidad sin tener que compartir el aseo con las visitas. Las habitaciones, decoradas cuidadosamente en tonos beige y gris perla, contarán también con un tercer ambiente destinado a servicios extras: secretarias y guardaespaldas. El paciente, naturalmente, comerá a la carta.
'El paciente privado no esperará colas, se le recibirá y se le acompañará a la habitación y todo el papeleo administrativo, desde el ingreso al alta, se le facilitará en la suite. Así podrá pagar con tarjeta de crédito, que el personal del hospital se llevará y volverá a traer para que firme la factura con la misma facilidad que en un restaurante', explica Lucía Alonso, gerente del hospital en cuestión, el Quirón de Madrid, cuya inauguración está prevista para después del verano.
El confort de un hotel
El centro es un buen ejemplo de una tendencia creciente en el ámbito de los hospitales privados: la de sumar a los servicios médicos y a los adelantos tecnológicos que se presuponen en un hospital de nueva construcción, el máximo lujo y confort para el paciente. Es el caso también del Hospital Sanitas La Moraleja, inaugurado oficialmente el pasado mes de mayo, y que sigue la filosofía de conjugar los servicios médicos y la alta tecnología -se trata de un hospital sin hilos- con las comodidades de alojamiento de un hotel. 'En nuestro caso, lo que hemos pretendido es crear un hospital que no parezca un hospital, aunque obviamente sin dejar de serlo. Es un edificio muy luminoso, con un atrio muy amplio, con una decoración muy moderna y muchos espacios verdes', señala Luis Delgado, gerente del centro.
Las habitaciones del buque insignia de Sanitas son amplias y confortables y cuentan con sofá cama para el acompañante, televisión digital con generosa oferta de canales, posibilidad de alquilar películas durante 24 horas, cuartos de baño sin barreras arquitectónicas y un neceser de cortesía con artículos de aseo. 'Hemos apostado por el confort hotelero, porque los pacientes cuando van a un hospital hoy en día dan por hecho que la tecnología y el cuadro médico son los adecuados y comienzan ya a valorar otras cosas', añade Delgado. Entre los hospitales ya establecidos que siguen esta corriente figura el Hospital Montepríncipe de Madrid, 50 de cuyas habitaciones cuentan con salón y terraza independiente, además de una confortable cama de acompañante. O la clínica Teknon de Barcelona, en la que destaca su espectacular arquitectura estilo neoclásico y el lujo de sus 19 suites.
Desde el Grupo Hospitalario Quirón aseguran que el 35% de sus pacientes son privados. 'Siempre hemos tenido un trato especial con la demanda privada. Hoy en día la diferencia entre lo que paga la aseguradora a un médico o a un hospital y lo que paga el paciente privado es abismal y por eso entendemos que hay que dar un trato diferencial. Esa diferencia no puede estar en la eficacia médica, así que lo enfocamos en el confort para el paciente y sus familiares', concluye Lucía Alonso.
Una sala de espera privada por familia
Cada una de las áreas de servicios médicos del Hospital Quirón de Madrid contará con dos tipos de sala de espera: las de los pacientes estándar -es decir, los cubiertos por aseguradoras- y las de los pacientes privados. Todos ellas son salas interiores y aisladas del resto, de forma que se pueda preservar la intimidad de aquellos pacientes que no quieran ser vistos. 'Se trata de salas privadas y pequeñas y en algunas áreas, como la de oncología, están pensadas para acomodar a una sola familia, de forma que no tengan que compartir el espacio con extraños', comenta la gerente del centro, la doctora Lucía Alonso.Entre las características de estos nuevos hospitales figura la flexibilidad arquitectónica en previsión de futuras adaptaciones, como ocurre en el Sanitas La Moraleja. 'Uno de los objetivos del hospital es ser un hospital flexible, que el diseño permita que las adaptaciones que se realicen con el paso del tiempo sean posibles y puedan realizarse', señala su gerente.