El FC Barcelona se convierte en asignatura
El vicepresidente económico del Barça explica en Esade cómo dobló los ingresos en tres años
El éxito del FC Barcelona en los terrenos de juego ha tenido su reflejo en la cuenta de resultados. Desde 2003, en que la directiva que encabeza Joan Laporta accedió al control de club, la entidad ha doblado ingresos hasta 240 millones de euros, se ha colado entre los cinco primeros del ranking mundial por facturación y redujo la deuda en 36 millones, hasta 150 millones. En 2003, el Barça perdía 72 millones. El año pasado ganó 18 millones, y espera repetir ese resultado esta temporada.
Estas cifras han llevado al principal artífice de las cuentas, el vicepresidente económico, Ferrán Soriano, a elaborar un caso práctico sobre la mejoría de las cuentas del club para la escuela de negocios Esade. El directivo explicó ayer en la presentación del caso que, en su día, barajaron dos 'opciones estratégicas'. La primera, llamada Evolución, consistía en una 'drástica reducción de gastos, ya que el club ingresaba 123 millones y gastaba 196 millones'. Esta opción conllevaba menos riesgos, pero hipotecaba las posibilidades deportivas.
La segunda, calificada de Revolución o Círculo Virtuoso, sostenía que sólo a través de la inversión en el equipo se generarían ingresos para lograr la recuperación. Esta opción conllevaba más riesgos financieros, pero fue la elegida. 'Al principio daba algo de miedo', asegura más de un miembro de la junta directiva. Fruto de esta decisión fue la llegada de figuras como Ronaldinho, Deco o Eto'o.
Soriano explica que los resultados incluso han superado las previsiones, gracias a los éxitos deportivos. Todas las partidas han experimentado crecimientos sustanciales: el tráfico en la web se ha multiplicado por tres, se han incorporado 30.000 nuevos socios -hasta 135.000- y los ingresos por TV han crecido un 30%. Por el lado de los gastos, en la temporada 2002-2003 el Barça gastaba un 88% de sus ingresos en salarios. El porcentaje se redujo ya al 50% el primer año y pasó al 51% en el segundo, por debajo del 55% recomendado por el G-14. La estructura salarial del Barça es 'peculiar', ya que dos tercios de la retribución es fija y un tercio variable, que depende tanto de los resultados individuales como de los del equipo.
Soriano niega las teorías que sostienen que la gestión empresarial no sirven para el fútbol porque dependa de que 'la pelota entre o no entre'. Según el directivo, 'para tener opciones de ganar en un plazo suficientemente grande es necesario contratar a los mejores jugadores y pagarles salarios de mercado' y esgrime como prueba un estudio basado en la Liga inglesa en que se observa que 'para ganar de manera consistente en el medio plazo es necesario tener a los mejores jugadores'. La mejora ha llevado a la internacionalización. Hoy, cuando se emite un partido del Barça, un 23% de la audiencia está en España y el 77% fuera. Los clubes dividen hoy sus ingresos en tres: estadio, televisión y marketing. En los noventa, el 50% provenía de las entradas y la otra mitad, de TV. Hace dos décadas, en los ochenta, el 90% de la cuenta dependía del estadio.
'El club ya es una marca global', sentencia Soriano. Esta circunstancia es importante, toda vez que el directivo -como la mayor parte de expertos en el negocio futbolístico- prevén cambios sustanciales en los próximos años. 'Creemos que en este escenario, con el nuevo modelo de negocio, la industria del fútbol se puede romper en dos grupos: uno formado por los clubes grandes que tienen marcas fuertes y aspiran a convertirlas en globales y otro grupo de clubes cuyas marcas se mantienen en el mercado local. En resumen, 'en la industria del fútbol el tamaño importa y mucho. El club tiene que ser grande, tiene que crecer y hacerse global'.