Todos contra el Brasil de Ronaldinho
El Mundial de Alemania arranca el viernes con un claro favorito y un anfitrión ilusionado
Hacía tiempo que un Mundial de fútbol no tenía un favorito tan claro. Brasil lleva todas las de ganar en el campeonato que comienza el viernes en Alemania, gracias a un elenco de estrellas encabezado por Ronaldinho. La pujanza del fútbol africano, la ilusión del país anfitrión y la incertidumbre sobre si el nivel de juego superará la mediocridad general de Corea y Japón 2002, son los principales atractivos de la cita.
'Es la crónica de un ganador anunciado'. El escritor y periodista mexicano Juan Villoro, cuyo libro Dios es redondo acaba de ser publicado por Anagrama, avisa desde su país del peligro que acecha a la selección carioca: 'La presión que tienen es enorme y eso puede ser aún más fuerte para ellos que la falta de juego de conjunto.' Preguntado por un titular previo al campeonato, sugiere uno 'de melodrama latinoamericano', Brasil: el derecho de perder.
En sus crónicas, recogidas en el libro, Villoro calificaba el último torneo como 'un Mundial de oficinistas', ante la abundancia de resultados escasos en goles. Pero no pierde la esperanza: 'Gran parte de la pasión futbolística depende de esperar cosas que no suceden necesariamente'. El 'sólido juego de conjunto' de Chequia y Holanda, el 'temple ante la adversidad' de Alemania y la 'última oportunidad' del francés Thierry Henry 'para demostrar que puede hacer con la selección lo mismo que en el Arsenal' son motivos suficientes 'para pensar en un Mundial tan espectacular como el de Francia '98'.
Este evento futbolístico es el mejor escaparate para los jugadores. Josep María Minguella, ex agente de futbolistas, subraya la 'repercusión brutal' que tiene el torneo en Suramérica, África y Asia. Importancia que el poder político siempre ha sabido ver. Minguella recuerda el Mundial de Argentina '78 y 'aquellas gorras impresionantes' de los militares, con Videla al frente. Johan Cruyff se negó a ir en protesta por el golpe y su Holanda perdió la final con el anfitrión. 'En los países latinos se exagera más la relación entre fútbol y política que en los nórdicos', señala este experto. Siempre muy vinculado al Barcelona, pone de ejemplo la reciente final de la Copa de Europa, a la que estaban invitados 'unos 250 o 300 políticos españoles', y a la que acudieron el Rey y Zapatero, aunque no fueron ni la Reina de Inglaterra ni Tony Blair.
No es que los políticos británicos sean ajenos a los acontecimientos deportivos; precisamente el apoyo de Blair fue determinante en la elección de Londres para los Juegos Olímpicos 2012. Pero el fútbol tiene su propio circuito de poder. Minguella recuerda que, en la elección del organizador del Mundial '86, Estados Unidos hizo una presentación 'impresionante' de hora y media, con el apoyo de Henry Kissinger y Pelé. 'Después le tocó a México, que resolvió el asunto en 20 minutos'. El elegido fue el país azteca, 'gracias a Televisa, de la que luego se descubrió que tenía negocios con Havelange', entonces presidente de la FIFA. '¡Kissinger aún no se ha recuperado del susto!', remata Minguella.
El Mundial 2006 tendrá su propia ración de interpretaciones políticas y de extraños compañeros de grada. Los neonazis locales apoyarán a Irán, 'al que perciben como el equipo antisemita de la contienda', señala Juan Villoro. 'Consideran el partido contra México como el segundo Juicio de Nuremberg', ciudad en la que se juega el choque. Paradójica será también la participación póstuma de la selección de Serbia y Montenegro, después de su separación.
A pesar de la intensa discusión territorial, o precisamente por eso, la selección española levanta pocas pasiones. 'El Real Madrid y el Barcelona son muy importantes', explica Minguella, 'y los jugadores no tienen estímulos extras en la selección, al contrario que Argentina o Brasil, porque sus mejores futbolistas solo se juntan en estos torneos'. El sorteo deparó a España una asequible primera fase, con posibles cruces con Suiza o Francia en octavos, y con la temida y deseada Brasil en los cuartos de final.
La decepcionante trayectoria mundialista de España ha dado lugar a errores inolvidables, como el gol encajado por Andoni Zubizarreta contra Nigeria en Francia '98. Portero de la selección en cuatro campeonatos, ahora trabaja para la consultora Make-a-team y suele rememorar aquel suceso en sus charlas. 'Parece que no existen los errores, sólo hay libros sobre el éxito', lamenta. 'Pero el que se atreve, puede equivocarse. Luego puede frustrarse, o aprender.'
Es difícil trasladar el modelo de los combinados nacionales a las empresas. Se constituyen y se disuelven intermitentemente y tienen que dar resultados en muy poco tiempo. Pero Zubi sí que ve una posible lección: 'Muchos titulares en sus equipos pasan a ser suplentes. Algo así puede pasar en un cambio de proyecto dentro de una empresa. El liderazgo no tiene por qué estar asociado a tener el balón. Puedes aportar otras cosas como mero observador.'
Más allá de análisis, lo que une a Villoro, Minguella, Zubi y millones de personas es el sueño de que su equipo gane la final, el 9 de julio, en Berlín. Y es que el fútbol es más que un juego.
La afición carioca es la más fiel a su equipo
Las autoridades turísticas alemanas prevén un incremento de cinco millones de reservas de noches de hotel durante el Mundial de fútbol, y la visita de un millón de extranjeros que pernocten al menos una vez. Se basan en los datos de la Eurocopa 2000 de Bélgica y Holanda, en la que se contrataron 1,7 noches por entrada. Para el de Alemania ya se han comprado tres millones de localidades.Según datos de la FIFA, a 26 de mayo los brasileños habían hecho 52.000 reservas a través del servicio de alojamiento oficial; los ingleses llevaban 39.000, los mexicanos 35.000, los japoneses 25.000 y los argentinos 16.000.