Fibercom vende en el exterior con tecnología española una patente internacional
La empresa zaragozana Fibercom ha iniciado la comercialización en el exterior de un aparato que facilita los sistemas de medición de las señales que se transportan por fibra óptica.
Se trata del BOSA, un aparato que, según el gerente de Fibercom, Francisco López Torres, 'mejora hasta mil veces la resolución de la medición respecto a los modelos anteriores'. Los Gobiernos central y autonómico han apoyado la creación y penetración en los mercados exteriores 'de una tecnología española con patente internacional y que está suscitando el interés de los gigantes de las telecomunicaciones', subraya López Torres.
Fibercom, que inició su actividad en 1991, ha ido diversificando sus actividades con la creación de las filiales Aragón Photonics Labs, fruto de las investigaciones sobre el medidor de señales, y SEE Telecom, en colaboración con la empresa belga de este nombre. Esta segunda filial tiene por objeto el diseño y la instalación de redes de telecomunicación en medios confinados, como garajes y túneles.
Fibercom se estrenó en el mundo de la fibra óptica cuando en España esta tecnología estaba prácticamente reducida al ámbito de la investigación universitaria. Tanto es así que el propio fundador de la empresa dudó inicialmente entre la carrera docente o la empresarial. Francisco López se había apuntado, junto a otros becarios (aunque, en su caso, sin retribución económica), a las enseñanzas impartidas por el catedrático Javier Pelayo. æpermil;ste fue, precisamente, quien le animó a optar por el mundo de la empresa.
Desde su creación, Fibercom ha constituido el ejemplo de una activa y eficiente colaboración con la Universidad. Una relación, por desgracia, muy poco habitual. Sin embargo, López asegura que 'la investigación tiene que ser una ebullición constante y no un calentón puntual y, para ese substrato continuo, se necesita del trabajo universitario'. Fiel a este planteamiento, Fibercom ha abierto una Cátedra en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza para apoyar líneas de investigación relacionadas con las telecomunicaciones. El carácter innovador de la empresa le ha valido la obtención de importantes premios como el IDEA o el Aragón Investiga.
La nueva estructura de grupo posibilita que la matriz Fibercom se dedique a cumplir su función de referente en las infraestructuras de fibra óptica, desde el diseño a la instalación, pasando por el mantenimiento, la fabricación de componentes o la realización de auditorías.
Una apuesta decidida por la investigación
Fibercom ha apostado, desde el primer momento, por la investigación, asumiendo el riesgo que implicaba profundizar en nuevas tecnologías. La firma zaragozana está curtida, porque ha sabido sacar partido de los momentos más duros. 'Cuando se produjo la oleada que hundió a muchas telecos, nosotros nos arriesgamos comprando la parte de la patente del proyecto de investigación que, en colaboración con la Universidad de Zaragoza, habíamos realizado para una multinacional del sector que, a consecuencia de la crisis, canceló el encargo'.La expansión de la empresa se ha visto respaldada por el traslado de la central comercial en Barcelona. 'Resultaba absolutamente necesario estar en una de las capitales españolas con mayor atracción de negocio', reconoce López Torres. La facturación de Fibercom en 2005 ascendió a 2,4 millones de euros y emplea a treinta 30 trabajadores.