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Automóvil

GM, dispuesta a darle el Combo a la factoría de Figueruelas

Figueruelas se perfila como principal candidata para fabricar el Opel Combo si la planta lusa de Azambuja no logra reducir la 'desventaja de 500 euros' que, según General Motors, le produce la fabricación de la furgoneta ligera.

General Motors comunicó ayer los resultados de un estudio elaborado para comprobar la rentabilidad de la fabricación de su gama de industriales en el continente, y discernir las plantas que mejor pueden fabricar estos coches para contribuir 'al plan actual de la compañía de retorno a la rentabilidad sostenida'. El resultado principal arroja, según la multinacional, que Azambuja no es rentable para el grupo y produce una 'desventaja de 500 euros por unidad'.

Esta noticia es de capital importancia para la planta aragonesa de Figueruelas. Un portavoz de la central europea de la compañía aseguró ayer a Cinco Días que, de no lograrse un acuerdo con la plantilla lusa respecto a los costes, la fabricación del Combo iría a parar a Figueruelas. Para que ello suceda, eso sí, todavía queda un proceso de negociaciones con las instituciones y los trabajadores en Portugal.

'GM se ha comprometido a trabajar con los sindicatos y los representantes del Gobierno en Portugal para explorar las posibles soluciones para superar estas desventajas en costes', aseguró ayer la empresa en una nota. La compañía espera concluir estas conversaciones a mitad de junio. Si no, además de trasladar la producción, se cerraría la factoría lusa.

En pocos meses Figueruelas ha logrado pasar de planta amenazada a suponer una amenaza para otras factorías del grupo. Azambuja, de hecho, se encuentra ahora en la misma posición que atravesó a finales del año pasado la factoría española, cuando la dirección observó que los costes de producción del Meriva no eran los adecuados y pidió esfuerzos de competitividad para retener la siguiente generación del monovolumen. Entonces, la alternativa era la planta polaca de Gliwice.

El presidente de GM en España, Antonio Pérez Bayona, explicó la pasada semana que la política de la compañía es que, dado que la fabricación de cada modelo ha de ser rentable, cada planta se convertirá en rival de las otras para ofrecer las mejores condiciones en costes y flexibilidad.

'Hay que plantearse qué vehículos va a haber que fabricar, en qué condiciones habría que fabricarlos y, posteriormente, en qué sitio se dan estas condiciones'.

1.200 trabajadores en la cuerda floja

Los 1.200 empleados de la factoría portuguesa de Azambuja están en la cuerda floja. En su comunicado de ayer, GM admitió que podría cerrar la planta 'antes de final de este año', en caso de no alcanzar una solución viable para mejorar su productividad y reducir los costes. La factoría produce 70.000 unidades del Combo cada ejercicio. Este pequeño vehículo comercial comparte la plataforma con las plantas de Figueruelas y Eisenach (Alemania). El alto coste de fabricación en esta factoría ha provocado incesantes rumores de cierre. Para Figueruelas, por el contrario, un nuevo modelo no supondría excesivos problemas. La planta trabaja con la misma plataforma sobre la que se construye el Combo, y podría mantener sin problemas una punta de en torno a los 2.000 coches al día con la incorporación de 300 Combo por jornada.

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