La inflación vuelve al 4,1% por la presión de la energía
El avance de IPC armonizado de mayo se situó en el 4,1%, el peor valor registrado en ese mes desde 2001. El encarecimiento del petróleo, casi un 50% en el último año, es el principal responsable del repunte de los precios.
La subida del petróleo sigue golpeando a los precios de consumo en España. El avance de IPC armonizado de mayo, publicado ayer por el INE, sitúa la inflación en el 4,1%, dos décimas más que en abril. De confirmarse el dato, se trataría del peor mes de mayo desde hace cinco años.
Al margen de las ineficiencias en el funcionamiento de algunos mercados y la fortaleza de la demanda interna, la inflación española tiene en el petróleo su causa fundamental. El precio del barril de Brent, de referencia en Europa, se ha encarecido casi un 50% en el último año: desde el entorno de los 50 dólares en mayo de 2005, hasta rozar los 75 en el último mes. La subida de la energía se traslada a los precios de consumo de forma directa -en los epígrafes de carburantes y transporte- y también indirecta, pues encarece el proceso productivo desde su primer eslabón.
La inflación subyacente, que no considera los precios de la energía y los alimentos frescos, se situó en abril en el 3,1%, muy por debajo del IPC general. Pero el diferencial respecto a la media de la zona euro es de un punto y medio, ahondando la pérdida de competitividad de los productos españoles.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció ayer que la inflación es alta, aunque argumentó que 'un tercio del crecimiento de los precios' se debe al crudo. Durante su intervención en el debate sobre el estado de la Nación, Zapatero agradeció el comportamiento de los agentes sociales 'que ha permitido que las subidas no se trasladen a otros productos', y anunció que el Gobierno pondrá en juego 'todas las medidas necesarias para que en los próximos meses se reduzca el IPC', aunque no especificó cuáles.
La masa monetaria alimenta otra subida de tipos
El indicador ampliado de dinero en circulación en la zona euro creció el mes pasado un 8,8% en términos interanuales, según estimaciones del Banco Central Europeo. El agregado monetario M3 de abril supera en tres décimas al registrado el mes anterior.El indicador de masa monetaria M3 (efectivo en poder del público, más depósitos a la vista y a plazo, más depósitos en custodia) es utilizado por el Banco Central Europeo como medida de referencia sobre la evolución futura de la inflación, por lo que el repunte de abril no puede considerarse como una buena noticia. El indicador más líquido, M1, registró un avance del 9,8% en ese mismo mes.La reunión del Consejo de Gobierno del BCE que se celebrará el 8 de junio en Madrid podría servir para que el organismo emisor realice una nueva subida de tipos de interés. Los de referencia para la zona euro se encuentran en el 2,5%, después de sendas subidas de un cuarto de punto decididas en diciembre y en marzo. La paulatina retirada del estímulo monetario podría tener un nuevo capítulo la próxima semana, e incluso algunos analistas apuestan por que la subida de entonces alcance los 50 puntos básicos.El fuerte aumento de la masa monetaria en abril añade leña a este fuego, y deja prácticamente descartada la opción de dejar los tipos donde están un mes más. La inflación media de la zona euro se situó en abril en el 2,4%, cerca de medio punto por encima de los que el Banco Central Europeo considera como 'estabilidad de precios'. Su presidente, Jean-Claude Trichet, ha recordado en varias ruedas de prensa que la misión del BCE es esa estabilidad, por lo que pocos dudan de que se endurezca la política monetaria.