ACS entra a competir con las eléctricas y Acciona en energía eólica
ACS se destapa como un nuevo operador en energía eólica. En este terreno entra a competir con las eléctricas, pero también con su rival Acciona, cuya apuesta para crecer son las renovables. El primer grupo constructor y de servicios tiene una inversión comprometida de 319 millones de eruos en 16 parques eólicos (14 ya en explotación) y proyecta otros 50, que están en diferentes fases.
Las energías renovables están de moda. O al menos lo están los pronósticos sobre su gran potencial de negocio futuro. A este tren se han subida ya hace tiempo las eléctricas, que han visto cómo se les unían recientemente empresas ajenas a su sector. Es el caso de Acciona, que ha logrado convertirse en segundo operador en energía eólica por potencia instalada gracias a las compras de Energía Hidroeléctrica de Navarra (EHN) hace dos años y Corporación Eólica (Cesa) en enero. Ahora, ACS se desvela como un nuevo jugador con unos planes muy ambiciosos en este mercado. Tiene catorce parques eólicos en explotación y una inversión comprometida de 318,7 millones de euros, incluyendo otros dos parques en construcción.
A esta cantidad habría que añadir unos 40 millones que ya ha amortizado en los proyectos, según los datos del informe anual del grupo constructor y de servicios.
Estas instalaciones le dan una potencia instalada de 430 megavatios, lo que supone en torno al 4% del total instalado en España, de acuerdo con los datos de 2005 de la Asociación Empresarial Eólica. Con este peso, puede competir con otros promotores como Gamesa, Gas Natural e incluso con la propia Unión Fenosa, en la que es primer accionista con un 34,5% y que tiene una alianza con la italiana Enel en energía eólica. Sumando la potencia de ACS y Fenosa ambos se colocan al nivel de la portuguesa EDP, con el 8% de cuota, en un mercado que encabezan Iberdrola (con unos 3.000 MW) y Acciona, cuarto grupo constructor y de servicios controlado por la familia Entrecanales.
Afirma tener 8 parques en construcción y 42 en proyecto
Aunque en el caso de ACS, su actuación en el negocio como promotor y operador, se une a su actividad de construcción de proyectos llave en mano. Eyra es la filial de servicios industriales que engloba a los parques eólicos, aunque la construcción de proyectos de generación eléctrica se incluye en su división Cobra.
Multiplicar por cinco la potencia
Los planes que tiene el primer grupo de construcción y servicios del país pasan por potenciar y mucho este tipo de energía verde. Así lo demuestran sus previsión de multiplicar por cinco la potencia instalada y llegar a los 2.281 MW, como indica en su informe anual. Aunque no dice en cuánto tiempo.
Logrará esta meta con los ocho parques que tiene en construcción, con una potencia de 193 MW, y otros nueve en tramitación, de los que siete están en promoción y dos en fase de financiación. Pero, además, el grupo que preside Florentino Pérez asegura que tiene otras 33 instalaciones en desarrollo.
De cumplir estos objetivos, se situaría al nivel de su competidora Acciona, suponiendo que ésta dejase de crecer. Y eso no está en sus planes. Tras destinar 1.370 millones a comprar Cesa en enero, tiene 67 parques eólicos, de los que 20 están en Francia, Alemania y Estados Unidos, principalmente. Asimismo, prevé invertir otros 250 millones este año en compras en EE UU como foco prioritario. Además, tiene en cartera otros 1.000 millones previstos para destinar a nuevas instalaciones hasta 2012 y duplicar la potencia instalada en cuatro años, hasta 5.000 MW. A esto hay que unir su reciente apuesta por la producción de biodiésel , un combustible verde hecho con semillas oleaginosas (girasol, soja y palma). Para ello se ha aliado con Repsol. Otra constructora, Sacyr Vallehermoso, está abriendo camino para crecer en biomasa y cogeneración. Mientras, el resto de sus grandes rivales, FCC, Ferrovial y OHL, no se sienten tentadas por las energías renovables.
Las sombras de este negocio, muy incipiente en España en comparación con otros países europeos como Alemania, se centran en la larga tramitación de los proyectos. Conseguir las licencias de las comunidades autónomas se puede alargar años, explican los expertos. Pero, sobre todo, en la rentabilidad real de esta energía cuya producción sólo supuso el año pasado el 7% de la demanda, lo que pone en cuestión su capacidad para suplir a la generación tradicional de electricidad.
Las empresas enfocan ahora sus expectativas en el plan de energías renovables aprobado el año pasado, que prevé 20.000 MW hasta 2010, aunque 13.000 ya están instalados. En paralelo, las comunidades autónomas, muy interesadas económicamente en desarrollar estos proyectos, están presionando para elevar la cifra hasta 40.000 MW. El reparto está pendiente.
Crecer con compras sale cada vez más caro
La avalancha de compras que ha registrado el mercado de los parques eólicos en los dos últimos años ha hecho subir el precio de venta como la espuma. Las últimas operaciones, como la adquisición de Cesa por Acciona o la previa de los activos españoles de la holandesa Nuon por la portuguesa EDP, pusieron de manifiesto que por cada molino de viento se paga entre 1 y 1,5 millones de euros. Lo que más extraña a los profanos es que en la mayoría de las operaciones se están comprando instalaciones en proyecto, que a veces ni siquiera tienen licencia conseguida. Si ACS quiere cumplir por la vía rápida el objetivo que ha manifestado de multiplicar por cinco su potencia eólica, no tendrá más remedio que recurrir a las compras. En el exterior, los mercados con más posibilidades son ahora Estados Unidos, Canadá y Australia.