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Jesús Banegas

'La nueva economía sufrirá la contrarreforma fiscal

Doctor en Ciencias Económicas e ingeniero por la Universidad Complutense, es también graduado por el IESE. Dirige la patronal de empresas que, según el plan del Gobierno, centrará el nuevo modelo económico español: las intensivas en tecnología e innovación

Es el máximo responsable de la Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España. También es vicepresidente de CEOE, y suena como sucesor del recién reelegido José María Cuevas al frente de la patronal. Banegas explica la situación del sector de las TIC (tecnologías de información y comunicación) y de las últimas reformas fiscal y laboral.

¿Cómo se encuentran las TIC en España?

Hemos cerrado 2005 con un incremento de la demanda del 10%, muy por encima del producto interior bruto y también del crecimiento en la Unión Europea, lo que significa que seguimos recortando distancia con los países de nuestro entorno. Pero, para alcanzar la convergencia, necesitaremos muchos más años creciendo a este ritmo.

'Todo lo que sea dejar el tipo del impuesto sobre sociedades por encima del 25% equivale a no hacer nada en el ámbito fiscal'

'Aquí no prolifera el emprendimiento tecnológico. Hay una clamorosa ausencia de capital-riesgo que impide el desarrollo futuro del sector'

¿Habrá dificultades en el futuro?

Sí. Parecía que habíamos alcanzado un acuerdo entre agentes sociales, Gobierno y sociedad civil para centrar el crecimiento en tecnología, innovación y formación. Pero la reforma fiscal va en dirección contraria a ese objetivo.

¿En qué sentido?

Se eliminan varios incentivos hacia esas variables, lo que transmite un mensaje preocupante desde el Gobierno: se trata peor a la nueva economía que a la vieja. La nueva economía sufrirá una auténtica contrarreforma fiscal, que favorece el ladrillo frente a la tecnología.

Parece que sí se van a respetar las deducciones por inversión en I+D+i...

Lo que ha habido es una modificación del proyecto de eliminar todas las deducciones en cuatro o cinco años. Eso sigue para la formación, exportación y reinversión de beneficios. Sólo en I+D+i se han avenido a reducir la deducción de forma más paulatina, hasta 2011, pero al final también desaparecerá El acuerdo contempla una reducción anual del 3% desde 2007 hasta 2011, y deja abierto lo que pueda suceder después.

¿No va esta medida en contra del pretendido cambio de modelo económico? ¿A qué se debe?

Sin duda. Antes existía un sistema de deducciones por I+D+i calificado de ejemplar por la OCDE, pero que no se aplicaba, porque Hacienda no reconocía las innovaciones. En los últimos años se ha eliminado la inseguridad jurídica, al instaurar certificaciones del Ministerio de Industria. Cuando iban a empezar a funcionar, se eliminan las deducciones. Los políticos quieren crear una ventanilla para otorgar ayudas caso a caso, para que haya que agradecerles favores. Y la cuantía de las ayudas se incrementa sólo un 10%. Habría que multiplicarla por diez.

Pero se establece una bonificación del 40% en las cotizaciones por personal investigador.

Es cierto, y la aprovecharán algunas empresas. Lo que creo es que no será la mayoría del sector. Las cotizaciones empresariales suponen en España la cuarta parte de los ingresos sociales; la media de la OCDE es del 14,3%. Eso se llama sobrepresión fiscal. Hay que reducirla, no sólo para que investiguemos, sino para poder ser competitivos.

También se reduce en cinco puntos el tipo del impuesto de sociedades, hasta el 30%.

Sí, pero en países como Irlanda está en el 12%. Desde mi punto de vista, todo lo que sea dejar el tipo por encima del 25% equivale a no hacer nada.

¿Cómo valora la producción de TIC en España?

Al contrario que la demanda, la producción de TIC pierde terreno frente al PIB. Y no habrá convergencia con Europa si no somos capaces de desarrollar, fabricar y exportar estas tecnologías. No es por falta de capacidad: las empresas que fabrican exportan la mitad de lo producido. Pero es que es un sector pequeño. De hecho, ha habido desinversión neta en los últimos años.

¿Por qué ha ocurrido?

Le pongo un ejemplo gráfico: en España, al dar permisos de residencia, se trata igual al ejecutivo que viene a invertir que al inmigrante que llega en patera. Eso dice mucho de la política de fomento de la inversión. Por otra parte, aquí no prolifera el emprendimiento tecnológico, por falta de incentivos y por la clamorosa ausencia de capital riesgo, que impide a largo plazo el desarrollo de empresas tecnológicas.

Globalización. 'La formación es la base de la competitividad'

La gran amenaza para el crecimiento español es la pérdida de competitividad de las empresas en el nuevo entorno económico globalizado. Para contener la sangría, Banegas apuesta por cuatro ejes: 'En primer lugar, hay que elevar la inversión en tecnología. Una economía abierta sólo puede competir con las mejores herramientas. El stock tecnológico español aún está a mitad de camino de la media europea. Necesitaremos 8 o 10 años creciendo al 10% para converger'.Otra clave sería la formación: 'Sólo se saca el máximo partido de las herramientas con una buena capacitación personal. El déficit de formación en España es colosal, sobre todo en el trabajo: el porcentaje de población activa que la disfrutó el último año fue del 5,2%, frente al 15% de la UE y el 34% de Suecia. Forcem era una buena herramienta, pero su manejo ha resultado ineficaz porque se fragmenta la gestión en comunidades autónomas. En los países avanzados, la formación la gestionan las empresas'.El tercer eje de la competitividad sería la innovación: 'No basta con usar herramientas de otros. Hay que crear, en todos los aspectos. De ahí viene el éxito de Zara o Porcelanosa. La inversión en I+D+i es la mitad que la de la UE y un tercio de la de EE UU. El Gobierno ha elevado los recursos públicos un 20%, y hay que felicitarle, pero el problema radica en atraer la inversión privada'.Finalmente, según Banegas, hay que flexibilizar las relaciones laborales: 'En una economía intensiva en tecnología e innovación, los trabajadores deben tener capacidad de adaptación'. Entre estas medidas, prioriza una que, a su juicio, alimenta a las demás: 'La formación es la base de la competitividad. Con ella, los trabajadores son más capaces de manejar tecnologías avanzadas y de crear innovaciones, al tiempo que tienen menos reparos para manejarse en entornos laborales flexibles'.

Laboral. Despido barato completado por el Estado

Hace menos de un mes que Gobierno, sindicatos y patronal pactaron la reforma laboral. Vicepresidente de CEOE, Jesús Banegas otorga un aprobado al texto del acuerdo.

¿Qué podemos esperar de la reforma? ¿Reducirá la temporalidad?Creo que, de entrada, aporta consenso, lo cual es bueno. Crea un clima de confianza y permite a las empresas avanzar en mecanismos de contratación más flexibles, como el contrato de promoción de empleo, que podrá ampliar el despido a 33 días. También se busca racionalizar la temporalidad, evitando los encadenamientos de contratos. Pero en muchos aspectos seguimos lejos de las tendencias de la UE.

¿En qué aspectos habría que avanzar aún? ¿Existe un modelo idóneo?Uno más sencillo que el actual. Se basaría en contratos fijos, salvo excepciones justificadas por la estacionalidad (agricultura, hostelería, etc.). El coste del despido debería situarse por debajo de la media de la OCDE: como mucho, en 25 días por año trabajado. Y debe desaparecer ese reducto del franquismo que es la judicialización. No conozco empresarios que disfruten despidiendo empleados, así que no comprendo la calificación del despido de procedente o improcedente.Pero ese despido barato ¿no dejaría a mucha gente en situación difícil?Habrá circunstancias determinadas (edad madura, responsabilidades familiares, etc.) en que socialmente resulte conveniente complementar esa indemnización. Pero debería hacerlo el Gobierno, con cargo a los impuestos. De otra forma, las empresas pierden competitividad y, a la larga, la sociedad pierde riqueza y empleo.

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