El inmigrante se suma al cobro de pensiones
Es común escuchar que la inmigración está salvando el sistema de pensiones. Y nada más lejos de la realidad. Es cierto que los casi dos millones de inmigrantes que cotizan a la Seguridad Social están ayudando ahora a pagar las pensiones de los actuales jubilados. Sin embargo, esto no supone una solución definitiva por una simple y clara razón: los actuales cotizantes inmigrantes también están generando sus propias pensiones.
Es más, existe un sistema de convenios bilaterales entre la Seguridad Social española y los 24 países de la UE, así como con otra veintena de países (los principales del mundo), que garantiza que España pagará la parte de pensión generada por el inmigrante en este país, si lo necesita para acceder a una pensión, aunque no haya llegado a cotizar los 15 años como mínimo que se exigen en España para recibir una pensión contributiva.
Se trata de la cláusula conocida como prorrata temporis, por la cual 'si un inmigrante se va a jubilar en España y no llega al mínimo exigido de 15 años cotizados para acceder a una pensión contributiva, se le suman todas las cotizaciones que tenga en su país', explica Francisco Jacob, vicesecretario de la Organización Iberoamericana de la Seguridad social (OISS).
Si bien esto opera también para los trabajadores españoles que no hayan cotizado los 15 años exigidos en España y lo hayan hecho en un país con el que existe convenio bilateral. En ese caso, también se sumarán las cotizaciones realizadas por el trabajador en el extranjero.
Según esto, el sistema español tendrá que abonar las partes proporcionales de pensión que están generando todos los inmigrantes que ya cotizan a la Seguridad Social, aunque éstos no cumplan los 15 años mínimos exigidos en la legislación española.
Este sistema de convenios incluye también la cláusula de cooperación administrativa que establece que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) español es el que se ocupa de solicitar las cotizaciones del trabajador en el extranjero, ya sea su país u otros, donde haya convenio.
Así, el INSS es también el encargado de tramitar el cobro de la pensión para el inmigrante y de pagar puntualmente su parte todos los meses. Esta puntualidad en el cobro no se produce, sin embargo, en ocasiones, en la parte de pensión que recibe de su país de origen u otros en los que haya cotizado, y que tengan sistemas de Seguridad Social menos modernizados. 'España tiene una de las mejores redes de convenios de Seguridad Social del mundo, porque hemos sido un país con mucha emigración y ahora con una importante cantidad de inmigrantes', añade Jacob.
La existencia de convenio bilateral es imprescindible para que se puedan sumar las cotizaciones hechas en distintos países, ya que de lo contrario dichas aportaciones se perderían.
Pero hay otras modalidades para garantizar el cobro de pensiones de los trabajadores que emigran. Por ejemplo, Ecuador permite que sus ciudadanos residentes en España continúen cotizando en el sistema ecuatoriano, al mismo tiempo que en el español. La legislación ecuatoriana permite que los afiliados que ya no cotizan se afilien voluntariamente, con aportaciones mínimas, lo que les permite acceder a la atención en salud y a una pensión reducida, informa Consuelo Aguirre.
Los españoles que cotizaron fuera
En la actualidad la Seguridad Social española está pagando casi medio millón de pensiones generadas 'al amparo de norma internacional', o lo que es lo mismo, con cotizaciones realizadas también en el extranjero, en países con los que España tiene convenios bilaterales.En concreto, el pasado 1 de marzo había inscritas en el sistema 487.864 de estas pensiones, cuya cuantía media ascendía a 466,48 euros mensuales. La mayoría de estas pensiones son de jubilación (348.109 con una cuantía media de 506,27 euros mensuales); y otro grupo importante, de viudedad (115.836, con 354,55 euros de media).Francia fue el país donde más pensiones se generaron, con 189.563 prestaciones, seguido de Alemania (128.112 pensiones), si bien éstas últimas tienen la cuantía media más elevadas, ya que ascienden a 504,79 euros mensuales frente a los 445,27 euros de las pensiones galas.Asimismo, la Seguridad Social española también está pagando otras 102.461 pensiones a españoles o extranjeros que han cotizado en España y que ahora residen en otro país.