La UE aplaza el dictamen del ingreso de Rumanía y Bulgaria
La CE aplazó ayer hasta octubre su veredicto sobre el futuro ingreso de Rumanía y Bulgaria en la UE. La incertidumbre, según Bruselas, obligará a estos dos países a intensificar su lucha contra la corrupción y servirá de lección de rigor para futuros candidatos.
Los Gobiernos de Bucarest y Sofía deberán posar durante cinco meses más como alumnos obedientes a los dictados de Bruselas. La Comisión Europea, que tenía previsto emitir ayer su veredicto sobre la fecha de ingreso en el club de los dos países, ha decidido reservarse hasta el próximo mes de octubre su última palabra, sembrando de incertidumbre su incorporación en 2007.
Aunque parece poco probable que el ingreso se retrase hasta 2008, la CE espera que la decisión obligue a Rumanía y Bulgaria a mejorar la preparación en áreas como justicia, interior o gestión de ayudas agrícolas.
El aplazamiento del examen final marca también la nueva orientación de la política de ampliación de la UE, que augura un endurecimiento para las negociaciones con el resto de los Balcanes (Croacia, Serbia o Macedonia) y, desde luego, con Turquía. Rumanía y Bulgaria se han librado de ese rigor porque sus negociaciones se encontraban ligadas, en cierta manera, a la quinta ampliación, que en 2004 incorporó de un golpe a 10 países de Europa central y del Este.
Bruselas duda, no obstante, que las estructuras políticas, judiciales y económicas de los dos últimos candidatos de la ampliación cumplan los estándares comunitarios. En Bulgaria, según la CE, 'apenas ha habido progresos en áreas como la cooperación policial, la lucha contra el crimen organizado y contra el fraude y la corrupción'. La situación incluso 'se ha deteriorado sustancialmente en el área de blanqueo de dinero'.
Rumanía presenta problemas similares, aunque su sistema judicial y policial ha mejorado, según Bruselas, en mayor medida que en su vecino del sur. La CE, sin embargo, sigue denunciando la falta de medios humanos y económicos de los orfelinatos y los psiquiátricos rumanos. En algunos de ellos, según el informe comunitario, 'los internos comparten las camas (...), las instalaciones de aseo son mínimas, (...) y la violencia y los malos tratos no son excepcionales'.
Respiro
A pesar de estas carencias, a la CE sólo le queda ya la posibilidad de retrasar a 2008 el ingreso o de invocar con posterioridad cláusulas de salvaguarda para suspender temporalmente la integración de alguno de los dos países en áreas como economía, mercado interior o justicia. Pero, tras el ingreso inevitable de Rumanía y Bulgaria, una buena parte de los socios comunitarios quiere tomarse un respiro para ayudar a la UE a replantear su estructura presupuestaria e institucional.
Los líderes de la Unión debatirán ya en el Consejo Europeo de junio la capacidad de absorción que le queda al club. La opinión más generalizada es que, tras el descarrilamiento de la Constitución europea, las posibilidades de crecimiento son bastante limitadas. El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro, ha llegado a hablar de una pausa de 10 años en las ampliaciones. Y la canciller alemana, Angela Merkel, ya ha advertido que los futuros candidatos no podrán asumir que la integración comunitaria es un destino irreversible.
Los aspirantes, según Gargan Nutcheva, del instituto de estudios independiente Centre for European Policy Studies, 'saben que la estrategia de prometer y aparentar cumplir con las exigencias de la UE ya no cuela en Bruselas'.
Incluso si la CE rebaja de nuevo el listón, sobre todas las candidaturas pende una espada de Damocles casi insalvable. Francia someterá a referéndum todas las ampliaciones posteriores al ingreso de Rumanía y Bulgaria.
Almunia deja a Lituania fuera del club del euro
La Comisión dejó ayer fuera del euro a Lituania por una décima de más de inflación: se situó en marzo en el 2,7%, frente al 2,6% que sirve de referencia. El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, ha negado la más mínima flexibilidad para no sentar un peligroso precedente.Eslovenia sí que logró superar el examen. El tólar esloveno se convertirá así, a partir de enero, en la decimotercera divisa que se disuelve en la unión monetaria. Es la primera ampliación de la zona euro desde que se puso en marcha la circulación de los billetes y monedas en 2002. Eslovenia cumple los criterios de adhesión: cuentas saneadas (1,8% de déficit y 30% de deuda), tipo de cambio estable frente al euro en los dos últimos años, tipos de interés a largo plazo contenidos e inflación en el 2,3%. Dos millones de eslovenos usarán el euro en siete meses.