John Irving hace catarsis con 'Hasta que te encuentre'
John Irving, autor de El mundo según Garp y ganador de un Oscar por el guión de Las normas de la casa de la sidra, vuelca sus grandes obsesiones: la búsqueda del padre y la infancia perdida en Hasta que te encuentre, que el escritor norteamericano presentó ayer en la Fundación Antoni Tàpies de Barcelona.
John Irving (Exeter, New Hampshire, 1942) reconoció haber tardado diez novelas en digerir sus recuerdos. Hasta que te encuentre, publicada simultáneamente por Tusquets Editores, Edicions 62 y Círculo de Lectores, narra la historia del actor Jack Burns, que con cuatro años acompaña a su madre Alice, artista del tatuaje de Toronto, en un viaje por distintos puertos del mar del Norte y del Báltico en busca de su padre, un organista adicto a los tatuajes al que nunca llegó a conocer. Tras recorrer sin resultado los ambientes más sórdidos de Copenhague, Ámsterdam, Oslo, Helsinki y Estocolmo, tienen que regresar a Canadá, donde Jack es víctima de abusos sexuales por parte de una mujer mayor que le marcarán la vida para siempre.
Detrás de la experiencia del protagonista, está la del autor, que padeció abusos sexuales a los once años por parte de una mujer de 20, amiga de la familia. Irving reconoce que entonces, no se sintió abusado o molestado. Cuando fue suficientemente mayor como para practicar el sexo por iniciativa propia, se dio cuenta de que no era su primera vez. El escritor sentía siempre atracción por mujeres mucho mayores, algo que sólo superó con la paternidad. La lucha grecorromana ha sido para él otra de las vías de escape, además de la escritura.
En sus personajes siempre hay una pérdida irrecuperable, una experiencia que nunca han podido superar. Para dejar constancia de esa marca, el autor ha escogido el tatuaje, que deja huella de por vida -en la investigación, se ha hecho dos tatuajes en el cuerpo-.
Hasta que te encuentre actúa también como una especie de señal para el hijo menor de John Irving, Everett, de 13 años, a quien ha dedicado el libro y al que desea que cuando tenga edad para leer esta historia siga teniendo un padre y una infancia idílica.