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CincoSentidos

Reciclar el metano, una necesidad rentable

El vertedero de Colmenar Viejo (Madrid) tiene un tesoro escondido que genera dos millones de euros al año y que le libra de gran parte de sus contaminantes. Es una planta de aprovechamiento energético del biogás que desprende la basura. El ingrediente mágico: el metano, un gas veinte veces más contaminante que el dióxido de carbono, pero fácilmente reciclable en estas instalaciones, presentes en casi todas las grandes áreas urbanas españolas. Gracias al protocolo de Kioto, cada vez saldrá más caro emitir metano, y los primeros en reciclarlo partirán con ventaja en el mercado de los derechos de emisión y podrán sacar una rentabilidad extra al vender la electricidad a la red.

El biogás, de parecidas características al gas natural, está formado en un 30 o 40% por CO2, en un 55 o 65% por metano, y en pequeñas cantidades por gases que pueden ser corrosivos. Se produce en la descomposición de materia orgánica por bacterias en un ambiente sin oxígeno. Además de la basura, los excrementos de animales y los residuos de las depuradoras de agua y de fábricas como azucareras y papeleras también producen biogás. El procedimiento para digerir el metano se conoce desde los años 70, pero hasta ahora muy pocas empresas han optado por reciclarlo, puesto que requiere inversiones importantes y que solo resultan rentables a gran escala. En el caso de los vertederos, no tienen más opción que desgasificar, y las plantas biodigestoras son la mejor solución. Cespa, filial de Ferrovial, explota desde hace dos meses la planta de la instalación de Colmenar Viejo, que recoge los residuos de los 530.000 habitantes del norte de Madrid.

El vertedero depende del gobierno regional, que no pagó un euro de los 4,5 millones que costó la construcción de la planta, y que tampoco paga su mantenimiento. A cambio, Cespa obtiene los réditos de la electricidad vendida a Iberdrola, a 0,064 euros el kilovatio/hora, gracias a la prima por energía renovable. 'Cada vez que se para la máquina me da algo, es un chorro de dinero que se pierde', explica José Antonio Frutos, responsable del vertedero. La instalación se amortiza en ocho años.

El vertedero produce 32 millones de kilovatios hora al año, suficientes para abastecer a una ciudad de 32.000 habitantes. Cespa es adjudicataria de otros vertederos en Granada, Murcia y Alicante. Acciona y UTE-Sufi también controlan algunos en la Comunidad de Madrid, que abastecen a 37.500 hogares. Pero el gran empujón lo dará la Unión Europea, que cofinanciará en un 80% dos proyectos en el Parque Tecnológico de Valdemingómez, dependiente del Ayuntamiento de Madrid. Dichas plantas producirán a partir de 2007 unos 200 millones de kilovatios hora anuales de biogás.

Inversión en la granja

Están especializados en los gases de efecto invernadero, y ahora apuestan por el metano. La consultora estadounidense Veregister Corporation busca socios para sus proyectos de reciclaje del gas producido por los excrementos de las vacas. Consisten en construir plantas digestoras para abastecer los centros ganaderos, y vender la electricidad sobrante a la red.La inversión necesaria puede oscilar, según Alan Reed, presidente de la compañía, entre los 400.000 euros de los pequeños proyectos (3.000 vacas) y los 20 millones que cuestan los grandes, como el que ya está funcionando en Nuevo México (EE UU), donde alimentan granjas en un radio de 12 kilómetros, con un total de 50.000 vacas. En España apuestan solo por grandes plantas, y por eso buscan inversores mayoristas, como bancos, o fondos de capital riesgo.Una vía alternativa es vender los derechos de emisión de metano, que ya no se utilizarían, a empresas que lo deseen.

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