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Laboral

La mitad del empleo creado desde 2002 ha sido ocupado por inmigrantes

La mitad de los cuatro millones de empleos generados por la economía española desde 2002 han sido ocupados por inmigrantes. Así lo refleja el índice laboral Manpower, que explica que la llegada masiva de inmigrantes a España está provocada fundamentalmente por el agotamiento de la mano de obra española.

La economía española y, sobre todo, su mercado laboral son ya, a fecha de hoy, dependientes de la población inmigrante. 'Sería inimaginable sacar del mercado a más de dos millones de trabajadores y eliminar a casi cuatro millones de consumidores', aseguraba ayer el profesor Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor del último índice laboral Manpower, que analiza el impacto de la inmigración en España.

Los datos recogidos por este estudio indican que los inmigrantes han absorbido un tercio de todo el empleo creado entre 1995 y 2005. Pero la llegada masiva de la inmigración a España se ha producido a partir de 2002, lo que ha provocado que la mitad de los cuatro millones de nuevos empleos creados desde entonces hayan sido ocupados por extranjeros.

Si bien este dato supone una media de los últimos cuatro años, el proceso se ha ido intensificando de tal forma que en el primer trimestre de este año, todo el empleo creado lo han ocupado los inmigrantes e incluso se han destruido 22.000 empleos entre españoles.

'Sería inimaginable sacar del mercado dos millones de trabajadores y a cuatro millones de consumidores', dice el catedrático Oliver

El índice Laboral Manpower defiende la teoría de que el fuerte desembarco de inmigrantes se produce en España por 'el agotamiento de la mano de obra nativa', provocado fundamentalmente por un problema demográfico. Según los datos que maneja el informe, el grupo de población que cumple 16 años y, por tanto, entra en edad de trabajar, se estabilizó en el entorno de los 650.000 personas cada año entre 1985 y 1995. En esta fecha empezó a decrecer intensamente hasta estabilizarse en el entorno de los 400.000 anuales a partir de 2002.

La primera reacción de la sociedad española ante esta continua desaceleración de la oferta de mano de obra fue, según el informe de Oliver, aumentar su tasa de actividad: gente que antes nunca hubiera estado dispuesta a incorporarse al mercado laboral pasan a ser activos. Así, la tasa de actividad (gente de entre 16 y 64 años en disposición de trabajar sobre el total de la población) pasó del 61,6% en 1995 al 69,7% en 2005.

El colectivo que más se ha visto afectado por esta circunstancia es el grupo de trabajadores de entre 45 y 64 años, que han ganado 1,5 millones de trabajadores entre 1995 y 2005, 'algo impensable hace diez años, cuando el número de ocupados de esas edades nunca crecía sino que disminuía', indica Oliver.

Pero a pesar de haber aumentado la población activa española, esto no ha sido suficiente para absorber la oferta de empleo y es ahí donde los inmigrantes han ocupado su lugar 'y se han convertido en imprescindibles'.

Es más, en algunos grupos de edad el efecto inmigrante es incluso de sustitución de la población española, ya que un total de 714.000 ciudadanos extranjeros de entre 16 y 29 años han compensado la pérdida de 300.000 activos nativos de este grupo de edad.

Por todo ello, Oliver insiste en que 'el verdadero efecto llamada ha sido la combinación de un mercado laboral expansivo y el agotamiento de reservas de mano de obra'.

Zapatero anuncia más repatriaciones

Una vez constatado que 'España se va a convertir inexorablemente en una población mestiza', según dijo ayer el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver, habría que preguntarse -añadió este experto- 'qué tipo de sociedad y de mercado laboral queremos'. En función de la respuesta a esta pregunta el Gobierno deberá regular los flujos de llegada de inmigrantes. En opinión de Oliver habría que fomentar 'la contratación en origen' frente a la entrada indiscriminada de inmigrantes que luego son regularizados en su mayoría.El Gobierno está combinando ambos tipos de políticas pero ha anunciado que no habrá más regularizaciones extraordinarias. Así, trata de evitar que se generalice la idea de que todo el que llega podrá quedarse. De momento, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer la repatriación 'inminente' de un nuevo grupo de inmigrantes llegados por mar a las costas de Canarias desde Mauritania.Hasta el momento, un total de 170 subsaharianos de los llegados en los últimos meses a las islas han sido devueltos en tres vuelos a Mauritania desde el 26 de marzo.

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