Las empresas piden excluir las infraestructuras del déficit fiscal
Las grandes empresas del continente van a presentar a la Comisión Europea un texto para la actualización del Libro Blanco sobre el Transporte, en el que solicitan que se excluyan del cómputo del déficit público las inversiones en infraestructuras que hagan los Estados de la UE.
La exclusión de estas millonarias inversiones de los criterios de déficit establecidos por Eurostat 'permitiría dar impulso de gigante' a las infraestructuras en el Viejo Continente', un paso necesario para la vertebración europea, según establece la Agenda de Lisboa.
En el momento actual muchos países comunitarios han aflojado el ritmo inversor para no ver comprometidos sus planes de ajuste presupuestarios, 'lo que está perjudicando al sector'. La exclusión de las inversiones públicas -al menos las de mayor calado vertebrador-, del cálculo del déficit fiscal que hace Bruselas permitiría asegurar un ritmo inversor potente.
Las citadas empresas, un grupo de 200 entidades agrupadas bajo el nombre de Consejo de Cooperación Económica, se reunirán la próxima semana con el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Transportes, Jacques Barrot, en el que le entregarán un documento con 15 propuestas básicas (incluida ésta) para la mejora del sector.
En el capítulo de financiación destacan otras peticiones como la necesidad de que se consagren 'al menos el 50% de los ingresos' asignados a los transportes por carretera, 'a la mejora' y mantenimiento de las mismas. La reclamación es mucho más importante si se tiene en cuenta la dejación que han hecho algunos países del Arco Mediterráneo en conservación de vías públicas. Esta reclamación se une a la de creación de una agencia europea de seguridad vial. En esta línea, también desean que los Estados asuman plenamente las cargas financieras por seguridad contra el terrorismo, impuestas a los transportistas (ej., puertas blindadas).
El mayor compromiso del sector público en la financiación de las infraestructuras no está reñido con un papel creciente para el sector privado. Así, creen necesario dar a las concesionarias de infraestructuras 'libertad completa para fijar las tarifas de los peajes', eso sí, imponiéndoles un nivel de servicio garantizado y certificado por los usuarios (ejemplo: las concesiones obtenidas por Ferrovial en Chicago).
El documento se hace eco también del retraso en algunos corredores. Entre ellos, figuran los Pirineos. Garantizar la permeabilidad de la frontera hispano-francesa es vital. Sobre todo, los enlaces ferroviarios de alta velocidad Madrid-Vitoria-Dax, y Madrid-Barcelona-Perpignan-Montpellier.
También reclaman la mejora de los accesos alpinos construyendo la conexión de alta velocidad ferroviaria Lyon-Turín y mejorando las comunicaciones ya existentes por carretera.
Más peso del transporte por carretera
Dar más protagonismo al transporte por carretera está entre las peticiones que llevarán a Barrot el citado grupo de empresas (entre ellas, las españolas Ferrovial, Abertis, Acciona, Cepsa y otras seis más).Las sociedades proponen que se eleve de 40 a 44 toneladas la capacidad máxima de los camiones de transporte de mercancías y se permita una mayor combinación de productos pesados y ligeros en un mismo vehículo. Las empresas no dejan en el olvido otros sistemas de transporte. La carga máxima en los trenes debería ampliarse también (unidades más largas) para mejorar su competitividadReclaman una mayor apertura a la competencia de los servicios ferroviarios, portuarios (operaciones de carga y descarga) y aeroportuarios (gestión de los aeropuertos y servicios en tierra). En el sector aéreo, piden también una 'liberalización equitativa'. Su inexistencia 'pesa sbre toda la cadena de valor'. En este sentido, recuerdan que las compañías aéreas de bajo coste pagan en los aeropuertos de Italia sólo 40 euros por vuelo mientras que las clásicas abonan entre 1.400 y 2.200 euros.