Claves para prevenir errores
1 Infórmese bien. El punto de partida para declarar es obtener toda la información de 2005 con relevancia fiscal. Los asesores aconsejan pedir los datos fiscales a Hacienda, ya que las discrepancias entre lo declarado y estos datos pueden implicar un requerimiento. Si la información de que dispone Hacienda está mal hay que rectificarla porque declarar conforme a ella no libra de sanciones. Lo mismo ocurre si se confirma un borrador erróneo. La empresa en la que se trabaja, los bancos donde se ahorra y entidades como la Cruz Roja a la que se hacen donativos también dan información muy útil.
2 Vigile las retenciones. Los ingresos que llevan una retención ya están en poder de Hacienda. Es el caso del salario o de la venta de fondos de inversión. Si no se declaran, casi seguro que se gana una llamada de la Agencia Tributaria. Pero rentas como las ganadas con la venta de acciones o el sueldo que se percibe cuando, por ejemplo, se está de baja por maternidad, no llevan retención. Aunque nadie informe de este pago, si no se declara saltarán las alertas.
3 Cada uno declara lo suyo. Aunque dos o más personas compartan cuentas bancarias, inmuebles u otras inversiones puede que Hacienda impute a uno solo toda la renta. Estas situaciones son fuente frecuente de conflictos. Lo correcto es que cada titular declare la parte de renta que le corresponde según su porcentaje de titularidad.
4 Recuerde operaciones anteriores y posteriores a 2005. Si el año pasado cobró atrasos del trabajo de 2004 habrá que hacer una complementaria de ese año. Pero si en 2006 se cobraron atrasos de 2005 basta con incluirlos ahora en la declaración. También hay que estar atento a pérdidas de patrimonio o rentas negativas pendientes de compensar para restarlas ahora.
5 Hable con sus hijos. ¿Su hijo menor de 25 años ha tenido ingresos en 2005 por encima de los 8.000 euros? Pregúntele porque esto hará que ya no pueda deducirse por él. ¿Se ha casado en secreto? Tenga cuidado porque esto también hará que pierda la deducción. También conviene que averigüe si sus hijos menores de 18 años con ingresos solicitaron la devolución rápida del IRPF. Si así fue, el resto de la familia ya no podrá hacer la declaración conjunta.
6 Y hable con su ex cónyuge. La deducción por hijos corresponde al padre o madre que vive con ellos. No obstante, resulta tentador llegar a las deducciones familiares y restar algo por un hijo al que sólo se ve los fines de semana. En caso de duplicidad de desgravaciones, Hacienda llama a ambos cónyuges y éstos tendrán que demostrar con quién vive el niño. Asimismo, salvo la tutela compartida, tampoco es posible aplicar la deducción al 50% si sólo vive con uno de los progenitores.
7 No mienta ni oculte datos. Aunque piense que a Hacienda sólo le importan los números, también se fija, y mucho, en otra información. Este año, más que nunca, es muy firme la voluntad de Hacienda de castigar a los contribuyentes que no aporten los datos que los nuevos impresos piden sobre la referencia catastral de la casa en la que se vive y las que se poseen. Si ésta u otras casillas se dejan en blanco, Hacienda llama para volver a pedir la información y sólo si se vuelve a negar estudiará la sanción que pone.
8 Clasifique bien las rentas. El IRPF se divide en dos grandes bloques. En la parte general van la mayor parte de los ingresos: sueldos, intereses, dividendos, ganancias de patrimonio a menos de un año, etc. En la parte especial, sólo las ganancias a más de un año. Esta parte especial se grava al 15%, un tipo muy ventajoso si se piensa que en la parte general se puede llegar a pagar el 45%. Convertir una ganancia de once meses y un día en una de más de doce meses es una infracción.
9 Arrepiéntase a tiempo. Los fallos cometidos en la declaración de la renta, ya sea porque se hicieron mal los cálculos o porque se confirmó un borrador equivocado, se pueden corregir sin impacto alguno antes del 30 de junio. Más allá de esta fecha, rectificar errores puede tener un precio. Eso sí, Hacienda premia el arrepentimiento espontáneo y siempre será más barato decir 'esto lo hice mal y ahora lo quiero hacer bien', que esperar a ser descubierto por la inspección.
10 Declarar aunque salga a devolver. Si se superan los límites que obligan a presentar el IRPF, hay que declarar aunque el resultado del impuesto sea un dinero a favor del contribuyente. No vale pensar 'con tal de no declarar renuncio a la devolución'.