Manejar las finanzas es... un juego
¿Sería usted capaz de administrar eficientemente los ingresos y gastos de un país? Si la respuesta es sí, ya puede comprobarlo, gracias a la iniciativa del ministro de Presupuesto francés, Jean-François Cope, según informa la BBC. El titular de finanzas quiere demostrar a los ciudadanos que su trabajo no es nada fácil, y para ello ha presentado hoy un juego en Internet mediante el cual los contribuyentes podrán simular la gestión de las cuentas públicas del país vecino.
El desafío ha sido presentado hoy en Francia, y consiste en un novedoso juego en el que los ciudadanos tendrán que tomar decisiones y hacerse cargo, de manera simulada y mediante el ciberespacio, de las cuentas francesas. Cope quiere demostrar a sus conciudadanos que manejar eficientemente los ingresos y gastos de una nación puede ser una tarea divertida, pero nada fácil.
El juego, que ha sido denominado "Presupuesto cibernético", será lanzado el próximo mes de mayo y ofrecerá la posibilidad de manejar 373.000 millones de dólares. "La idea es mostrar que no podemos reducir impuestos sin crear déficit", dijo Cope a la televisión francesa. "El juego permitirá que las personas se familiaricen con las cuentas nacionales", agregó el ministro.
Presentación del presupuesto ante el Parlamento
En el juego, cada francés puede ponerse en el lugar del ministro de Presupuesto y ha de tomar las decisiones oportunas, siempre conducentes al éxito económico de la nación. "Podrán manejar las finanzas de cada ministerio, el gasto militar o educativo, y ver qué lo que es posible o no cuando se habla de reducir impuestos".
El nuevo entretenimiento contará con distintos módulos que pretenden crear en el juego un escenario lo más realista posible, incluyendo incluso una etapa de presentación del presupuesto ante el Parlamento.
El objetivo de la iniciativa no deja de ser curioso, y es que el ministro de Presupuesto francés tiene que jugársela cada día para conseguir que las cuentas del país no fallen. En la realidad, Jean-Francois Cope tiene que garantizar que Francia no sobrepase el límite fijado por la Unión Europea para el déficit presupuestario, que se sitúa en el 3% del Producto Interno Bruto.