El medicamento más vendido del mundo, ¿hacia su declive?
Robert Jarvik, el inventor del corazón artificial, comenta desde hace un mes en la televisión estadounidense lo bueno que es Lipitor. Pfizer ha fichado al científico para que anuncie en televisión su medicamento contra el colesterol y tratar así de impulsar aun más sus ventas.
Pero la estrategia de marketing de Pfizer puede que no sea suficiente para mantener el altísimo nivel de ventas alcanzado por Lipitor: el medicamento más vendido del mundo, 12.100 millones de dólares de ingresos en 2005.
El fármaco parece haber alcanzado ya su máximo nivel de ventas (en los últimos dos trimestres el crecimiento ha sido sólo de un 6% y un 1%) y ahora afronta la competencia de nuevos fármacos similares, más baratos. Además, las principales compañías de medicamentos genéricos tratan de tumbar la patente de la atorvastatina (el principio activo con el que se elabora la droga), en poder de Pfizer hasta 2010.
Pfizer trata de sacar al mercado un nuevo fármaco combinado con Lipitor
Los medicamentos de las compañías farmacéuticas Merck, Schering-Plough y AstraZeneca contra dolencias cardiacas han restado ventas a Lipitor. Y este año, en junio, la estadounidense Merck pierde los derechos de venta exclusiva de Zocor, otro fármaco para contrarrestar trastornos del corazón.
Por otro lado, empresas de medicamentos genéricos como la india Ranbaxy o la alemana Ratiopharm han llevado a Pfizer a los tribunales para tratar de adelantar el fin de la patente sobre la atorvastatina. Por ahora en la mayoría de los casos los tribunales han dado la razón a Pfizer, pero nada asegura a la primera farmacéutica del mundo que efectivamente vayan a atar la venta en exclusiva del principio activo de Lipitor hasta 2010 (de hecho Ranbaxy aguarda una sentencia favorable este año en el contencioso que sobre esta patente mantiene contra Pfizer en España).
Contra la mayor competencia, la posible pérdida de derechos de patente y el hecho de haber alcanzado el máximo nivel de ventas, Pfizer trata de comercializar un nuevo fármaco combinado con Lipitor.
Según las últimas informaciones de la multinacional, los ensayos se encuentran en Fase III (previa a su comercialización si recibiera la aprobación de los organismos reguladores), y las perspectivas de negocio del nuevo fármaco ascenderían a los 15.000 millones de dólares.
'No creo que pueda hablarse de declive; en todo caso podemos decir que Lipitor ha llegado a su madurez', dicen fuentes oficiales de Pfizer en España. 'La realidad es que sigue siendo el fármaco más vendido del mundo', añaden.
No obstante, por el peso que Lipitor tiene en las cuentas de la primera compañía farmacéutica del mundo (cerca del 20% de su facturación total), cualquier factor que incida sobre su venta se refleja de inmediato en la cotización y perspectivas de negocio de Pfizer.
Pfizer adquirió los derechos de venta de Lipitor al comprar el laboratorio Warner Lambert en el año 2000, en una operación valorada en 90.000 millones de dólares; entonces Lipitor suponía unas ventas anuales cercanas a los 6.000 millones de dólares, pero la estrategia de venta de Pfizer y la mayor demanda de fármacos contra dolencias cardiovasculares en los países más ricos lo han convertido en el medicamento más vendido del mundo.
Contra la caída de la facturación y de los beneficios registrada en 2005, Pfizer ha iniciado un agresivo plan de recortes de costes hasta 2008. Además ha anunciado su intención de buscar alternativas a su negocio de medicamentos sin receta, incluyendo su venta (entre otros, esta división produce y vende artículos como Nicorette, contra el tabaquismo o Listerine, contra la tos).
En 2006, récord de ventas
A pesar de haber registrado en el primer trimestre sólo un crecimiento de las ventas de Lipitor del 1%, y de que a partir de junio, con la pérdida de la patente de Zocor, de Merck, habrá en el mercado genéricos similares a Lipitor, Pfizer mantiene que este año registrará unos ingresos por Lipitor de 13.000 millones de dólares. La multinacional asegura, en la presentación de sus resultados del primer trimestre del año, que ha sido el impacto del cambio de moneda lo que ha reducido el crecimiento reflejado en sus cuentas de las ventas de su medicamento contra el colesterol.Lograr los 13.000 millones de dólares de ingresos por Lipitor sería la mayor cifra facturada nunca en un año por la comercialización de un mismo fármaco. Desde el año 2000, Lipitor ha generado más de 46.000 millones de dólares en ingresos para Pfizer. El mercado de la atorvastatina (el principio activo con el que se elabora Lipitor) en España, explican fuentes del sector, supuso entre octubre de 2004 y noviembre de este 2005 262,4 millones de euros; sólo existen tres productos en España con este principio activo, los dos de Pfizer (en España vende Lipitor con las marcas Cardyl y Zarator), que factura en total cerca de 200 millones, y otro comercializado por Almirall previo acuerdo con la estadounidense.
Denuncia en Estados Unidos
Además de los litigios en curso que Pfizer afronta para defender la patente de la atorvastatina hasta al menos 2010, en contra del deseo de empresas de medicamentos genéricos, la multinacional estadounidense se ha encontrado recientemente con una incómoda denuncia presentada en su primer mercado, Estados Unidos. Organizaciones sindicales han denunciado en Nueva York a la compañía por vender Lipitor desde 2001 recomendando su empleo para dolencias no recogidas por la FDA, el organismo regulador del medicamento en EE UU.El pasado mes de marzo presentaron en Nueva York una denuncia contra la compañía un fondo de salud de trabajadores del transporte contra la empresa por esta razón, ya que el fármaco habría sido incluido en paquetes de venta para cubrir los gastos sanitarios de los trabajadores, sin necesidad de ello, según la querella. 'No creo que esa denuncia tenga mucho futuro' indican fuentes oficiales de Pfizer en España, que prevén que la misma sea retirada.En EE UU los médicos pueden prescribir fármacos para dolencias que no estén descritas por la FDA, pero los laboratorios no pueden en todo caso promocionar su uso más allá de los límites impuestos por el organismo regulador.