Ladrillo para revivir el mercado de OPV
Primero Renta Corporación, después Parquesol y en la parrilla de salida espera, con las cautelas obligadas en estos casos Marina D'or. Tres empresas de perfil radicalmente distinto, pero tres que ganan dinero con la compra de viviendas. La una lo hace rehabilitando edificios en el centro de las ciudades, la última ha creado un pantagruélico complejo al que denomina en su publicidad 'ciudad de vacaciones' mientras Parquesol tiene un negocio inmobiliario al uso. En cualquier caso, de las alrededor de seis colocaciones que se esperan para este 2006, tres pueden ser de compañías vinculadas al famoso ladrillo.
¿Por qué ahora? En realidad, el buen momento del ladrillo dura ya varios años, y cuenta de ello pueden dar las inmobiliarias o constructoras que lo han aprovechado en la Bolsa. De hecho, si algún experto aparece mañana comentando que el ciclo inmobiliario se ha terminado, no será la primera vez ni la segunda ni la tercera que se oyen este tipo de profecías. La realidad, sin embargo, ha quitado la razón a los agoreros. De momento.
La salida fácil es pensar que el sector está apurando para sacar al mercado todo el dinero que pueda antes de que cambie el ciclo. Más o menos como las compañías puntocom que salieron a Bolsa en la última etapa de la burbuja. Sin embargo, las operaciones están enfocadas a institucionales, una categoría de inversores que no tiene por costumbre aceptar duros a cuatro pesetas.
El rosario de OPV ligadas al ladrillo puede vincularse al cambio de ciclo en los tipos de interés, que no sólo puede enfriar -si no lo ha hecho ya- el sector, sino también encarecer la financiación.
Las compañías, que hasta ahora se han financiado con deuda, pueden haber optado ahora por acudir al mercado de renta variable para equilibrar el balance antes de que los tipos de interés compliquen la financiación con recursos ajenos y sin exponerse a un cambio de ciclo en la Bolsa.