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Los hombres no se atreven con los coches de mujeres

Las compradoras se interesan menos por la potencia del vehículo y más por el diseño y el precio

Al poco tiempo de abrir las tiendas en Palmer Square, en Nueva Jersey, EE UU, suelen aparecer algunos todoterrenos Land Rover LR3. Lo más probable es que los conduzcan mujeres. Si por casualidad se oye el rugido de un Hummer H2, hay un 80% de probabilidades de que el conductor sea un hombre. Land Rover no ha hecho muchos esfuerzos para vender su LR3 específicamente a mujeres y nadie lo cataloga como un coche de mujer. Tampoco se le asigna nunca un género en particular al grandote H2 de General Motors.

Sin embargo, algunas marcas de vehículos gravitan extrañamente en torno a un sexo determinado. Y cuando el sexo es femenino los fabricantes se enfrentan a un problema desconcertante. Las mujeres están dispuestas a conducir vehículos de hombres. Pero los hombres suelen ser reacios a los coches bonitos o que ven como demasiado femeninos.

Y si piensa que no es así, pregúntele a un amigo si conduciría un Cadillac rosa -el coche con el que antes se premiaba a las vendedoras más exitosas de cosméticos Mary Kay-, incluso si se lo regalaran. Elvis Presley puede haber sido la excepción: un modelo blanco y rosa de 1954 fue el primero de los muchos Cadillac que tuvo.

Los fabricantes consideran tradicionalmente que las mujeres son compradoras más prácticas que los hombres, menos interesadas en potencia y más en diseño. Los vehículos altos, como los grandes todoterrenos no suelen gustarles porque se sienten incómodas subiendo y bajando de ellos con faldas o tacones altos. Además, se fijan más en el precio, la eficiencia en el consumo de combustible y los agregados como espejos para maquillarse y asientos para niños incorporados.

La percepción del tema del sexo por parte de los constructores está evolucionado. Cuando Jason Vines, vicepresidente de comunicación de DaimlerChrysler, le comunicó el año pasado a Dieter Zetsche, presidente de la empresa, que su 'Jeep Liberty ha resultado ser un coche de mujeres', Dieter respondió: 'sí, pero hay un montón de mujeres en el mercado''.

La marca Jeep quiere ser de aventura y rústica. De manera que la compañía introdujo modificaciones menores al Liberty. Cambió el aspecto de su parte delantera dándole una apariencia agresiva. Las ventas en el primer trimestre en EE UU fueron de 35.424, lo que supone una caída del 13%.

Para interesar a las mujeres por el nuevo todoterreno más pequeño de Hummer, el H3, la empresa creó anuncios parodiando el cuento infantil de los Tres Osos, con Ricitos de Oro alejándose en un H3. La división vendió 12.630 H3 en el primer trimestre, un gran estímulo para la división, que veía declinar sus ventas.

Cuando equipó a su nuevo Escarabajo con floreros de plástico, Volkswagen (VW) debería haberse dado cuenta que muchos compradores masculinos preferirían ser colgados de un patíbulo antes de que los vieran en una concesionaria de VW.

El nuevo modelo -sorpresa, sorpresa- lo compran en un 73% mujeres, según Steve Keyes, un portavoz de la compañía. Aun así el fabricante atrajo a suficientes compradores hombres en los últimos ocho años desde que hizo el nuevo diseño 'para superar en mucho lo que pensamos que serían' las ventas: cerca de medio millón de unidades en EE UU.

VW ha tratado de masculinizar el nuevo Escarabajo en los últimos años agregándole un turbopropulsor al motor y un spoiler atrás.

Sacar al mercado un coche amado por las mujeres y aborrecido por los hombres no tiene por qué ser un desastre. Parafraseando a Zetsche, mejor que haya muchas compradoras... porque los hombres no serán de ayuda.

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