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Iberia

Conte asume toda la gestión tras la salida de Mullor

Ángel Mullor, hasta ahora consejero delegado de Iberia, hizo ayer efectiva su dimisión alegando motivos personales. Tras su marcha, Fernando Conte, presidente de la aerolínea, deberá cerrar los asuntos pendientes que deja encima de la mesa, como la resolución de los convenios colectivos de pilotos y azafatas, la puesta en marcha de la compañía de bajo coste, el rodaje de la ampliación de Barajas y la eliminación de las rutas que no pasan por el hub de Madrid.

Ángel Mullor, consejero delegado de Iberia, anunció ayer al presidente, Fernando Conte y a la Comisión de Nombramientos y Retribuciones de Iberia su decisión de dejar la compañía 'para acometer nuevos proyectos personales y profesionales'.

Con su salida, se reforzará el poder del presidente. Fernando Conte asumirá toda la responsabilidad ejecutiva que Mullor ha mantenido desde 1996. Entre las tareas a realizar destacan como prioritarias la puesta en funcionamiento de la aerolínea de bajo coste, y la firma del convenio colectivo de los pilotos, que, en estos momentos, permanece en punto muerto, después de que una asamblea del Sepla tirara por tierra hace un año el acuerdo que habían alcanzado el sindicato e Iberia. También deberá resolver el convenio del colectivo de azafatas , cuyos sindicatos no llegan a un acuerdo sobre su representación. Además, la compañía tiene pendiente la ampliación de los acuerdos con su socio British Airways y la eliminación de los enlaces aéreos que no pasen por el hub de Barajas.

En una carta remitida a sus empleados, Fernando Conte, reconoció la complejidad de la situación desde septiembre de 2001 y agradeció 'la aportación de Mullor en estos diez años'. Añadió que 'las personas pasan y los que nos quedamos tenemos la responsabilidad, de seguir trabajando por la rentabilidad y la competitividad de la compañía'.

'El proyecto de bajo coste seguirá pese a la salida de Mullor', dice Montilla

Mullor señaló en otro comunicado enviado a la plantilla que 'siempre ha defendido que no es bueno aferrarse a los cargos, ni para las empresas ni para las personas; que los cambios son sanos, y fiel a esa forma de pensar, he decidido afrontar nuevos retos en lo personal y en lo profesional'.

Pese a que Mullor basa su marcha en estos motivos personales, el sector sigue hablando de que su dimisión viene fundamentada en los desencuentros entre el consejero delegado y el presidente, en torno al diseño del Plan Director 2006-2008 o en la apuesta por una aerolínea de bajo coste. Este poco entendimiento ha sido negado oficialmente por Iberia y los accionistas de su núcleo duro (British Airways, Caja Madrid, BBVA y Logista).

El consejo de administración de Iberia, que tomará conocimiento formal de la dimisión de Mullor en su reunión del próximo lunes, desestimará reeditar el actual modelo de dos líderes al frente de la compañía y apostará por ceder todo el poder a Conte. Pese a que la salida efectiva de Mullor de la compañía no se producirá hasta la próxima junta de accionistas, prevista para el 30 de mayo, el presidente asumirá sus nuevas funciones de manera inmediata.

En los 10 años que Ángel Mullor ha estado en Iberia, primero como director general (1996-2001), y luego como consejero delegado (2001-2006), la compañía ha llevado a cabo tres planes directores y, desde sus cargos de responsabilidad, ha contribuido a la transformación de Iberia: privatización, entrada en la alianza OneWorld, apuesta por América Latina, renovación de la flota, modernización de la gestión, innovación y utilización de las nuevas tecnologías, según un comunicado de la aerolínea.

'Y ahora, con 58 años, estoy convencido de que tengo que iniciar una nueva etapa en mi vida', apunta el directivo. 'He trabajado duro, pero a gusto con todos vosotros; hemos pasado juntos por muchas vicisitudes y hemos salido airosos de todas ellas', prosigue el texto escrito por Mullor.

El consejero delegado se incorporó a Iberia en 1996, de la mano de Xabier de Irala, su amigo y compañero, para conducir la privatización de la compañía. La decisión de salir de Iberia la tenía tomada desde que Irala renunció a la presidencia de la aerolínea para presidir la caja de ahorros de Vizcaya, BBK. Entonces dijo que permanecería en la compañía seis meses más para facilitar ese periodo de transición entre Irala y Conte. Esos seis meses se han traducido en tres años más al cargo de la compañía.

'Llevo diez años en Iberia, mucho más tiempo del que imaginaba cuando llegué para acometer la privatización de la compañía', apuntó.

Una de los asuntos pendientes que ha dejado Mullor es la creación de una aerolínea de bajo coste, en la que Iberia pretende quedarse con el 25% del capital. Sobre este asunto, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, dijo ayer que el proyecto de Iberia para participar en la creación de una línea de bajo coste saldrá adelante, a pesar de la dimisión del consejero delegado de la aerolínea, quien era de los más fieles defensores de esta iniciativa, informa Efe.

La compañía, según el ministro, 'seguirá adelante con el proyecto, que además de ser de Mullor y del presidente de Iberia, lo es también de la compañía, porque es un proyecto de empresa'. Montilla hizo estas declaraciones tras reunirse con el titular de Energía y Minas de Argelia, Chakib Khelil.

La acción cae un 0,9%

Los títulos de Iberia cayeron ayer un 0,9% en Bolsa después de que Ángel Mullor, anunciase su salida de la aerolínea tras 10 años. Las acciones cerraron a 2,19 euros en la jornada y acumulan una caída del 4,37% en lo que va de año.

La concentración de poder preocupa a los sindicatos

Los sindicatos UGT y CC OO se muestran preocupados por la posible concentración de poder en manos del presidente de Iberia, Fernando Conte, tras la marcha del consejero delegado, Ángel Mullor, anunciada ayer.Ambos sindicatos confían en que 'se vuelva a nombrar a un consejero delegado, ya que no hay ninguna empresa que carezca de este puesto' e indicaron que 'junto a la marcha de Mullor debe haber una remodelación en los órganos directivos de Iberia'. La marcha de Mullor demuestra, según CC OO, que la empresa está en un momento delicado, mientras que para UGT, 'debe ir acompañada por más personas'. UGT considera que 'Mullor no debe de ser el único que deje de hacer las funciones que ha venido haciendo hasta ahora, pues más personas deben igualmente hacerlo, como es el caso particular del director general, Enrique Donaire'.Para este sindicato, el ex consejero desarrolló una buena actuación en la compañía, años atrás, pero 'en los últimos tiempos ha perdido un poco el rumbo, buscando ahorros de costes y no incrementos en los ingresos'. Para CC OO, 'la máxima apuesta de Mullor ha sido la aerolínea y ha dejado en un segundo plano las líneas de handling y mantenimiento, que han sido poco potenciados y desarrollados'.

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