Berlusconi cuestiona el apretado triunfo de Prodi
Los italianos por fin conocen el nombre del que será su próximo primer ministro. Romano Prodi, el líder de centro izquierda, consiguió una ajustada victoria en el Congreso y el voto de los residentes en el extranjero le permitió ganar también el Senado. Silvio Berlusconi anunció, sin embargo, que exigirá la revisión del resultado.
Siempre se ha hablado de 'las dos Españas' y ahora también se podrá hablar de 'las dos Italias'. La clase política italiana nunca había estado tan bipolarizada como ahora, tras las elecciones. Los datos oficiales del Ministerio del Interior no llegaron hasta última hora de la tarde. Pero horas antes, fue el propio Romano Prodi el que, a la luz de los datos oficiales, anunció públicamente su victoria, tanto en el Congreso como en el Senado.
En la Cámara Baja, el Profesor (como se conoce a Prodi en Italia) consiguió una ajustadísima victoria por 25.224 votos. Estaban llamados a votar casi 50 millones de italianos y acudieron el 83,6%. La coalición progresista de La Unión consiguió 19.001.684 votos, lo que le otorgó el 49,80%, mientras que la coalición de centro derecha de Casa de las Libertades obtuvo 18.976.460 votos, lo que le dio el 49,73%.
La nueva ley electoral, que favorece las mayorías, da el control de la Cámara automáticamente a la lista más votada. Así, Prodi obtiene 340 escaños frente a los 277 de Berlusconi. Este cambio del sistema electoral fue, precisamente, una de las últimas decisiones de Il Cavaliere que ahora se ha vuelto contra él. A tan solo cuatro meses de las elecciones, Berlusconi consiguió que el Parlamento recuperara este sistema que había sido rechazado hace años en un referéndum.
Sólo 25.000 votos y dos senadores separan a las dos fuerzas políticas
Por ello, Prodi destacó, en su primera intervención tras ser elegido primer ministro que 'la Unión' ha ganado a pesar de la nueva ley electoral 'que en teoría debía habernos hecho perder'.
Sin embargo, para Berlusconi la victoria de Prodi no está tan clara. 'Hasta ahora nadie puede decir que ha ganado', advirtió Il Cavaliere en su primera rueda de prensa tras las elecciones. Así, Berlusconi se negó a admitir su derrota hasta que no se revisen los votos nulos y anulados. 'Los resultados no son definitivos', sentenció; ya que, en su opinión, hay 'muchos datos oscuros'.
La revisión no se hizo esperar y el Ministerio del Interior comenzó ayer el recuento de 43.000 votos al Congreso, casi el doble de la ventaja obtenida por Prodi.
La otra decisión de Berlusconi que le ha dado la puntilla en estas elecciones fue decretar el cambio legal que ha permitido votar a 1,3 millones de italianos emigrantes, que residen fuera de Italia. De nada le sirvió llegar a crear un Ministerio cuyo objetivo era atraer el voto de todos estos emigrantes.
Lejos de conseguir ese objetivo, el voto emigrante ha sido el que ha dado la victoria a Prodi en el Senado. Hasta medio día de ayer, Berlusconi ganaba en la Cámara Alta. Pero tras el recuento del voto del extranjero, el Ministerio del Interior otorgó 158 escaños a la coalición de Prodi en el Senado y 156 a la de Berlusconi.
Estos resultados tan ajustados dejan al Profesor en un lugar muy difícil, sobre todo en el Senado. La diferencia numérica no se dejará sentir en el Congreso gracias a que la nueva ley electoral otorga una amplia mayoría a la Unión. Sin embargo, en la Cámara Alta bastará con que dos senadores de cualquiera de los 16 grupos que forman la coalición de centro izquierda no esté de acuerdo con alguna ley para que ésta se bloquee totalmente.
Esto es algo que podría ocurrir si se tiene en cuenta que La Unión está formada por partidos tan opuestos como comunistas, verdes, democristianos o radicales de izquierda, a los que sólo les une fundamentalmente su empeño por echar a Berlusconi del poder, es más que probable que el citado bloqueo de las leyes se produzca a menudo. Consciente de ello, Prodi ya expresó ayer su deseo de 'crear un grupo parlamentario único' para consensuar las decisiones.
Ante esta situación, Berlusconi sugirió hacer una gran coalición de izquierda-derecha como en Alemania, algo que Prodi había rechazado tajantemente horas antes.
Bruselas celebra el triunfo de ¢uno de los nuestros¢
La victoria de Romano Prodi en Italia quizá permita al cuarto país más poblado de la Unión Europea recuperar su capacidad de influencia en Bruselas y, desde luego, libra a las instituciones comunitarias de uno de los Gobiernos más incómodos e imprevisibles del club. Para la UE, la victoria de Prodi es ¢una buena noticia¢, señaló ayer Graham Watson, líder del grupo Liberal en la Eurocámara. De hecho, Bruselas observa a Prodi como ¢uno de los nuestros¢, después de que el Profesorpresidiera la Comisión Europea entre 1999 y 2004. Su mandato impulsó y concluyó la decisiva ampliación de la Unión hacia Europa Central y del Este, con el ingreso de 10 nuevos socios en 2004.Terminan así, los enfrentamientos entre la capital europea y la Italia de Berlusconi, que han sido continuos durante los últimos cinco años. Con Berlusconi desaparece, además, otro de los aliados de Tony Blair en la crisis sobre la invasión de Irak que dividió Europa en 2003. En Bruselas, sin embargo, continúa el anfitrión de las Azores, José Manuel Barroso, como presidente de la Comisión Europea. Barroso telefoneó ayer a Berlusconi para agradecerle ¢su reconocimiento por la excelente cooperación de los últimos años¢. A Prodi le felicitó por la victoria de su coalición. Pero pocos en Bruselas guardan tan buen recuerdo como Barroso del multimillonario italiano. Su presidencia de la UE, en el segundo semestre de 2003, fue un cúmulo de despropósitos que culminó con el fracaso de las negociaciones sobre la Constitución europea en el Consejo europeo de diciembre de aquel año.El comisario de Economía, Joaquín Almunia, señaló ayer que el nuevo Gobierno deberá hacer rápidas reformas estructurales para atajar su déficit excesivo e impulsar la competitividad.