El Prado recupera 'La Crucifixión' de Juan Flandes
Desde ayer, el Museo del Prado es más rico. Culturalmente, se entiende. La Crucifixión de Juan Flandes, La Adoración de los pastores, de El Greco y San Jerónimo de Georges La Tour han vuelto a la pinacoteca. Las dos primeras habían sido retiradas en diferentes momentos para ser restauradas.
La Crucifixión está considerada una obra maestra de la pintura hispano-flamenca y pertenece a los momentos finales de la trayectoria de Juan Flandes. Obra de madurez con efectos extraordinarios, de gran sutileza y organización del espacio que reúne todos los logros de la carrera del pintor. Su composición, según los expertos, es perfecta, estudiada y de extraordinaria riqueza, muy poco común en la pintura hispano-flamenca, al conjugar de forma maestra tres elementos que difícilmente pueden encontrarse juntos en otras obras de la misma escuela y época: figuras, paisaje y naturaleza muerta.
Otra de las grandes obras que recupera la pinacoteca es La Adoración de los pastores de El Greco, 'una de las obras más importantes de este artista y del Museo del Prado', en opinión de Gabrielle Finaldi, director adjunto de conservación de El Prado. San Jerónimo, de Georges La Tour, por su parte, se puede contemplar por primera vez desde ayer en el museo.