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Automóvil

La industria auxiliar española logra capear el temporal

El sector de componentes ingresó el 5% más pese a fabricarse menos coches

No todo son malas noticias en torno a los fabricantes de componentes en España. La industria logró cerrar el ejercicio pasado con un alza del 4,8% en la facturación, que alcanzó los 30.717 millones de euros. Y eso, a pesar de que la producción de coches sufrió un mal ejercicio en la parte española de la península, con un descenso acumulado del 8,6%. 'El negocio del sector sigue creciendo, y eso es lo importante', afirmó el director general de la Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes para Automoción (Sernauto), José Antonio Jiménez Saceda.

Las cifras recogidas en 2005, sin embargo, muestran una cierta 'desaceleración' de la facturación, según el propio Saceda. Y es que en 2004, el alza de los ingresos fue del 7,1%, hasta 28.793 millones. 'Estamos en el buen camino', declaró aún así el ejecutivo.

Estas palabras contrastan con el punto de vista de otras figuras prominentes de la industria auxiliar. Es el caso del consejero delegado de Ficosa Internacional, Xavier Pujol Artigas, quien a finales del pasado ejercicio advirtió de que la caída de producción de coches en 2005 registrada por los fabricantes de automóviles instalados en España amenaza con convertirse en un serio problema para los suministradores. 'Que en España bajemos la actividad productiva un 13%, es decir, en 300.000 vehículos finalmente, sólo cayó el 8,6%, es muy serio', alertó Pujol.

'El negocio del sector sigue creciendo, y eso es lo importante', afirma la patronal Sernauto

Pese al alza en la facturación en 2005, las empresas no pudieron mantener el nivel de empleo, que disminuyó el 0,6%. 'Es una caída lógica', explicó Saceda, 'sobre todo si se tiene en cuenta el descenso experimentado por la producción de los fabricantes de coches y la más lenta evolución de los ingresos'. En cualquier caso, el directivo matizó que la caída 'no es grave'.

Y es que en los últimos dos años, diversos fabricantes han iniciado reducciones de empleo. Es el caso, por ejemplo, de Delphi en Puerto Real, planta en la que peligran hasta 400 empleos, o del gigante Robert Bosch, que cuenta con 18 plantas en España, y que ha eliminado 323 empleos en las plantas de Barcelona y Pamplona y sigue trabajando en un plan de viabilidad para la factoría de Aranjuez. El caso de Valeo es más grave, dado que el fabricante francés ha cerrado ya cinco fábricas en los últimos tres años, lo que ha azuzado el miedo a posibles deslocalizaciones. Componentes Vilanova, del grupo vasco CIE Automotive, tiene previsto despedir a 50 trabajadores de su planta de Vilanova i la Geltrú (Cataluña), que emplea a unas 450 personas.

El riesgo de que cada vez haya más empresas que decidan producir en otros emplazamientos es, de hecho, cierta, según Saceda. 'La internacionalización es un hecho que se va a ir dando, debido a que casi todos los fabricantes presionan para que el tejido auxiliar les acompañe en sus operaciones en otros países'. El presidente de Bosch en España, Micha Kirchoff, avisó la semana pasada que 'España ha dejado de ser un país de bajo coste' y que la presión competitiva obligue a que los fabricantes (y Bosch en concreto) se vean obligados a llevar a cabo traslados de producción, sobre todo en aquellos productos intensivos en mano de obra y bajo nivel tecnológico, que casi están a la altura de las materias primas.

'Estamos en un mundo competitivo', subraya por su parte Saceda. 'Y lo importante es que España trate de explotar sus puntos fuertes, como el know how, la experiencia y la preparación de la mano de obra'.

Para ello, es necesario que los fabricantes se concentren más en la investigación y el desarrollo de nuevos productos, según aseguran constantemente los portavoces de la industria. A este efecto, el sector destinó en 2005 apenas 9,6 millones de euros, el 0,6% de las inversiones totales. Hay otras compañías, como la catalana Ficosa, que dedica hasta un 5% de sus ingresos a I+D.

Sernauto se muestra por eso algo insatisfecha con la partida destinada por el conjunto del sector. 'En una industria con una rivalidad tan feroz, los recursos que se destinan al I+D siempre son pocos', sentenció Saceda. El directivo, eso sí, estima que las compañías han de hacer un esfuerzo por gestionar mejor estos recursos. 'Hay que aprovecharlos mejor'.

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