Toledo, visto desde los ojos de El Greco
Doménikos Theotokópoulos, El Greco, estuvo ligado a Toledo; de hecho, el 7 de abril de 1614 murió allí. Pero la ciudad no sólo le atrapó en lo personal, también cautivó su arte. En varias de sus obras retrató un perfil de la villa vista desde el otro lado del Tajo. Es lo que se conoce por Los Cigarrales, colina que coge su nombre de las construcciones residenciales o conventuales en las que se alojó desde el siglo XVI la aristocracia toledana, aunque allí se instalaron las primeras villas romanas.
Además del valor cultural y ecológico de la zona, tiene un atractivo innegable: las vistas de Toledo, las mismas que los ojos de El Greco plasmaron en varios cuadros. Hasta se conoce el punto exacto donde el pintor cretense gustaba de sentarse a contemplar y plasmar la ciudad.
Conscientes de este atractivo, y de la necesidad de promocionar la zona, un grupo de restauradores y hosteleros de Los Cigarrales se han unido en una asociación atípica. No es una patronal al uso, pues pertenecen a la patronal hostelera de Toledo, ni siquiera una central de reservas, pues algunos (Parador, AC Toledo o Best Western) están en cadenas hoteleras que les impiden vender de forma agrupada. Lo que buscan es revitalizar una zona y defenderse, pues se unieron para pedir mejoras de las infraestructuras viarias ante el ayuntamiento.
Pero de esa unión ha surgido un reclamo frente a sus competidores del centro de la ciudad: el placer de ver Toledo iluminada de noche.