_
_
_
_
Consultorio

Welch explica la difícil transición de colega a jefe

Acabo de recibir una promoción y me he convertido en gerente del equipo al que en una época pertenecí. ¿Puede darme algún consejo sobre cómo lograr que la transición sea exitosa? -Folsom, California.

Sí. Comience con su campaña. Los ejecutivos de su compañía acaban de nombrarlo jefe. Felicitaciones. Ahora viene la parte más difícil. Necesita ser elegido por sus ex colegas. Y eso no es duro: es muy duro. La transición de colega a gerente es una de las situaciones más delicadas y complicadas que jamás experimentará. Durante meses, incluso años, usted ha estado en las trincheras con sus compañeros de trabajo, como un amigo, un confidente, y (posiblemente) como un compañero de quejas. Ha oído secretos y ha contado algunos. Está al tanto de cada pequeña disputa y de algunos rencores. Ha estado sentado con ellos en salas de aeropuertos, y en asados de fin semana, y ha evaluado a cada miembro del equipo. Ha señalado quién debería irse, quién debería quedarse, y en líneas generales, qué haría si estuviera a cargo del grupo. Y ahora, está en condiciones de hacerlo. Seguramente, sus ex colegas se alegrarán por su promoción, y estarán dispuestos a seguir sus órdenes. Eso le hará sentir muy bien, pero no permita que su apoyo le conduzca a hacer algo desastroso. Como por ejemplo, salir disparando con los revólveres. No, mejor manténgalos firmemente en las cartucheras. ¿Por qué? Porque si bien algunos se han alegrado, otros no lo han hecho. Sin importar lo seguro que usted se sienta acerca del nuevo trabajo, o lo popular que fue como miembro del equipo, algunos de sus ex colegas se sienten incómodos con su promoción. Un par de ellos creían que el nuevo cargo les pertenecía a ellos. Por lo tanto, pueden sentirse desde lastimados hasta amargados. Otros sentirán cierta angustia porque ha dejado de ser 'uno de nosotros' y se ha convertido en 'uno de ellos'. Especialmente con lo que usted sabe. Y eso sin mencionar las opiniones (conocidas o presuntas) acerca de ciertas personas y de la forma en que se concretan las labores. De una u otra forma, sus ex colegas tienen el beneficio de la duda, y están tratando de verificar cómo se comportará. Y eso es lo que también usted debe hacer. Tratar de verificar el comportamiento de sus ex colegas. Por eso debe iniciar su campaña, esto es, ganarlos para su causa. Necesita crear una atmósfera de estabilidad y de cohesión en que todos puedan formular juicios atinados sobre el futuro. Lo único que usted no desea en su nuevo cargo es una revolución, o un éxodo, o incluso descontento a bajo nivel. Quiere que los empleados se asienten y funcionen. La razón es bastante clara. Si hay cambios en el camino, usted desea que se hagan de acuerdo a sus propósitos. En otras palabras, quiere que los cambios se hagan con un equipo de personas que lo respalden, no venciendo una resistencia o superando el parloteo de un personal confuso o caótico. En nada ayudará a su carrera o a su ubicación política en la compañía lanzarse a su nuevo cargo en medio de un período de confusión. Es mejor que lo conozcan como una persona que mantiene la paz, y que sólo decide actuar cuando los soldados están preparados para luchar en una misión en la cual creen. Por lo tanto, entre en campaña. Pero he aquí el problema: tiene que hacerlo sin poner en compromiso su nueva autoridad. Debe postularse al cargo mientras está en posesión el cargo, y hacer todas las cosas que debe hacer alguien que tiene un cargo.

Y aquí está la parte más difícil, tal como hemos señalado. Debe hacer una campaña, y ser líder de manera simultánea. En eso consiste la transición de empleado a gerente. Para tener éxito, todo consiste en actuar de manera oportuna. La simpatía y gentileza que despertó su elección no puede durar para siempre.

Tiene que darse un plazo, de tres meses. O como máximo de seis. Si en ese lapso no conquista los votos de uno, dos, o tres de sus ex colegas, nunca lo hará. A partir de cierto momento, cuanto más blando parezca, menos efectivo será, pues librará batallas que sólo terminarán agotándole.

Por lo tanto, ahorre energía y atención para las cosas más importantes. Y comience el proceso desalojando a quienes se resisten, y trayendo a personas que acepten de buena gana los cambios que usted y su grupo de simpatizantes consideren necesarios.

Los hechos indican que cuando alguien recibe una promoción, debe hacer una campaña eficaz. Y todos los gerentes eficaces pasan por esa situación. En ocasiones, varias veces en sus carreras. Afortunadamente, el período de transición no es eterno, y si usted lo maneja bien, a través de una buena campaña, no en medio del caos, estará en excelente posición de hacer lo que es mejor para la organización y para usted.

Hay que liderar desde una posición de fuerza.

Archivado En

_
_