La estación de Chamartín será ampliada pese al bloqueo del proyecto inmobiliario
El Ministerio de Fomento está dispuesto a iniciar a corto plazo las obras de remodelación de la estación ferroviaria de Chamartín, en Madrid, aunque la operación urbanística, que prevé la construcción de más de 16.200 viviendas en la prolongación de la Castellana, continúe bloqueada. La llegada a partir de 2007 del AVE procedente de Valladolid está acelerando un proyecto que va camino de cumplir 13 años en el olvido.
A la Operación Chamartín se le acaba el tiempo. Cuando están a punto de cumplirse 13 años desde la primera presentación pública que se hizo del proyecto, en 1993, los responsables del Ministerio de Fomento, con su titular Magdalena Álvarez muy vinculada en los trabajos, y del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) están estudiando la manera de poder iniciar las obras de remodelación de la estación ferroviaria, independientemente de dar o no su aprobación a la operación urbanística.
Así, tal y como anunció el Ministerio de Fomento hace poco más de un mes al presentar el plan de ampliación de la estación de Atocha por el que su capacidad pasará de nueve a 34 millones de pasajeros anuales en 2020, ahora se trabaja en el diseño de la remodelación de Chamartín. El próximo ejercicio está previsto que comience a operar el corredor de Alta Velocidad (AVE) Madrid-Valladolid, cuya entrada a la capital está prevista por dicha estación, una línea que en años sucesivos será la encargada de vertebrar todo el tráfico con la cornisa norte, por lo que el aumento de pasajeros previsto es también muy importante.
El principal problema es el elevado coste de este tipo de proyectos, ya que el de Atocha, por ejemplo, está valorado entre 800 y 1.000 millones de euros (incluida la construcción de un tercer túnel hasta Chamartín). La intención de Magdalena Álvarez es financiar la ampliación de la estación de Chamartín con los recursos que obtenga tras la venta de los terrenos que tiene allí el Adif (antes de la liberalización ferroviaria propiedad de Renfe), pero hasta ahora las cuentas no salen.
En el diseño inicial del proyecto, de las algo más de 16.200 viviendas previstas, apenas 1.500 eran protegidas (VPO), un exiguo 9,2% del total, con lo que las plusvalías obtenidas con la venta del suelo eran cuantiosas. Pero la llegada del PSOE al Gobierno central y su apuesta por la vivienda protegida exigía que ese porcentaje se incrementara sustancialmente.
El mayor inconveniente que plantea este nuevo rumbo de la operación es que los suelos que se destinen a edificar VPO no pueden alcanzar el precio de los que se reserven a casas de precio libre, lo que trunca, por tanto, las cuentas de la ministra. No obstante, fuentes conocedoras del proyecto sostienen que lo ideal sería financiar las obras de la estación con lo obtenido por los terrenos, pero los plazos se agotan y la necesidad de ampliar las terminales de Chamartín apremia. Las nuevas fórmulas de financiación de colaboración público-privada (CPP) son una buena alternativa aunque la operación inmobiliaria siga retrasándose ante la falta de acuerdo con ayuntamiento y comunidad por la edificabilidad y el porcentaje de VPO.
Este proyecto surge hace más de una década por la necesidad de modernizar la infraestructura ferroviaria de Chamartín, pero también con el objetivo de gestionar mejor el patrimonio de suelo entonces propiedad de Renfe. Las 312 hectáreas que poseía la operadora en el norte de la ciudad, junto a los terrenos propiedad de particulares, del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid albergarían más de 16.200 viviendas en la que ya entonces se convirtió la operación urbanística más importante de Europa.
El plan incluía el soterramiento de tres millones de metros cuadrados de vías y la prolongación del Paseo de la Castellana 3,5 kilómetros hacia el norte, en total se estima que podría movilizar una inversión de 6.000 millones de euros.
Pacto en Campamento
El pacto suscrito entre las tres Administraciones para desbloquear otro de los grandes planes urbanísticos de Madrid, la Operación Campamento, que prevé construir 10.700 casas en los terrenos de antiguos cuarteles, parece irrepetible por ahora.
Las obras de la M-30, a la espera de Chamartín
Numerosos proyectos están pendientes todavía de si se llevará a cabo finalmente o no y de qué manera la Operación Chamartín. Entre ellos destaca, además de la estación ferroviaria, el cierre definitivo de la carretera de circunvalación M-30 con el conocido by-pass norte.La primera y más evidente es la culminación de la remodelación de Chamartín. Dentro de lo que se ha llamado operación ferroviaria del proyecto, es cierto que ya hay obras muy avanzadas. Por ejemplo, la construcción del segundo túnel de cercanías entre Atocha y Chamartín, previsto para absorber los tráficos locales, cada vez más numerosos, cuya entrada en servicio está prevista entre 2007 y 2008. Pero es que para canalizar el tráfico de alta velocidad, ya se ha diseñado la construcción de un tercer túnel bajo la calle Serrano. Queda el remozo de la estación con la construcción de nuevas terminales, que harán de Chamartín el gran intercambiador modal de transportes del norte de la capital que contará además con cuatro estaciones de metro y una de autobuses con más de 50 dársenas.El bloqueo de la Operación Chamartín ha retrasado el cierre norte de la M-30 que preveía dar servicio a los vecinos que ya hay en los nuevos barrios de ese área, pero aunque supone un respiro para las arcas municipales, ya que cuesta 1.500 millones, estrangula más el ya caótico trafico de la capital.