La planta Volkswagen de Navarra se la juega
La plantilla de la fábrica navarra de Volkswagen secunda hoy una nueva jornada de movilizaciones. Como telón de fondo, la advertencia del presidente de la compañía, Reinhard Jung, que ha señalado mañana viernes 7 de abril como último día para llegar a un acuerdo entre empresa y sindicatos. En caso contrario, y tras 15 meses de negociación, Volkswagen podría dejar de considerar Navarra como "alternativa principal" para la fabricación del nuevo Polo. El Gobierno, por su parte, ha anunciado que ha convocado para hoy la mesa negociadora del convenio con el fin de desbloquear la situación.
La plantilla de la fábrica navarra de Volkswagen vive hoy una nueva jornada de movilizaciones, con paros de cuatro horas por turno, lo que supone dejar de fabricar en torno a la mitad de la producción de un día (1.158 coches), señalaron desde la dirección, cuyo portavoz, Pablo Mendívil, mostró además su preocupación por "la situación a la que se ha llegado".
Mendívil subrayó así que el comité debería tener en cuenta la información que ayer hizo llegar la multinacional sobre la últimas órdenes de planificación, que rebajan de 300.000 a 200.000 las unidades del sucesor del nuevo a fabricar en Navarra, y que se suma a la reciente carta del presidente de la factoría, Reinhard Jung, en la que advertía de que si para el 7 de abril no había un acuerdo, después de 15 meses de negociación, Volkswagen podría dejar de considerar Navarra como "alternativa principal" para el sucesor del Polo, a pesar de que hace tan sólo unos meses, el director de compras de la compañía afirmó que "nunca se va a acabar la paciencia" de la casa matriz y que en este tipo de negociaciones "nunca se puede poner límites".
Por su parte, el consejero de Industria, José Javier Armendáriz, ha anunciado que ha convocado para hoy la mesa negociadora del convenio con el fin de desbloquear la situación tras 15 meses de negociación. La reunión tiene como finalidad proponer de forma oficial a ambas partes que acepten someterse a un arbitraje para aquellos aspectos del convenio en los que no hay un acercamiento de posturas si este no es posible de forma inmediata y firmar los que sí cuentan con acuerdo y que a juicio del Ejecutivo constituyen el 90%. Recordó que el presidente de VW-Navarra ya advirtió que no adoptar un acuerdo para el 7 de abril "puede tener consecuencias muy negativas" y por eso "el Gobierno está intentado que haya un acuerdo".
Plan de reestructuración
El mayor fabricante automovilístico de Europa anunció el pasado septiembre su intención de recortar 14.000 empleos en sus plantas europeas -el 11,4% de sus empleados serán despedidos- para, de esta manera, mantener el proceso de reducción de costes y poder "asegurar el futuro de la compañía", según afirmaron fuentes de la empresa.
A pesar de que el año pasado la marca ganó un 60,7% más que en 2004, el plan de reestructuración sigue su curso. El recorte de plantilla se efectuará de aquí a finales de 2008 y se realizará principalmente a las instalaciones del grupo en Alemania. Sin embargo, en principio, y según afirmó en su momento el director de compras de la empresa alemana, Francisco Javier García Sanz, la fábrica que la compañía automovilística posee en Landaben (Navarra) no se vería afectada por el plan de regulación de empleo.
Sin embargo, y tras 14 meses de negociaciones infructuosas entre la dirección de la firma alemana y la parte sindical de la fábrica, el comité de empresa convocó diversas jornadas de huelga. El calendario de movilizaciones, debidas a la postura "intransigente" de la dirección en la negociación del convenio colectivo, según el comité, han culminado con la huelga indefinida en la planta automovilística que comenzó el pasado lunes.