Un tercio de las casas serán compradas este año por inmigrantes
La demanda de vivienda por parte de los inmigrantes se consolida como una de las más sólidas. De hecho, todos los estudios apuntan a que este año una de cada tres operaciones de compraventa de casas la hará este colectivo.
Los últimos datos del padrón municipal estiman que en España viven y trabajan ya más de 3,7 millones de extranjeros, lo que representa el 8,5% de la población y el 8,2% de los hogares, según el estudio realizado por Planner y la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima).
Dado el protagonismo que están adquiriendo los inmigrantes en la sociedad, éste se está trasladando también al mercado inmobiliario y desde hace algunos años constituyen uno de los pilares de la demanda de casas, explicando así buena parte del alto nivel de ventas.
Y los datos estadísticos disponibles constatan que esta situación aún tiene mucho recorrido. Según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida que elabora el Instituto Nacional de Estadística apenas el 16,4% de los hogares compuestos por residentes no europeos son propietarios de su vivienda.
Esto significa que aún queda una bolsa muy importante de familias de extranjeros extra comunitarios (según sean las estimaciones entre 595.000 y 735.000 hogares) que no han accedido a una casa y se convierten por tanto en demanda potencial. De ahí que los informes que maneja el sector estimen que de las 425.000-450.000 viviendas que constituyen la demanda estructural del país, el 33%, unas 140.000 serán vendidas a los inmigrantes este año y esa proporción se mantendrá a medio plazo.
El estudio de Planner-Asprima pone de relieve esa importante demanda latente, pero reconoce que ésta dependerá de factores como su capacidad económica, el tiempo de residencia en España y la obtención de la nacionalidad.
Así, las rentas de los hogares de inmigrantes son sensiblemente inferiores a las de las familias españolas, lo que explica que la compra de una casa represente aproximadamente 8,3 veces los ingresos anuales de una familia tipo de inmigrantes, mientras que para otra española equivalga a 6,4 veces su renta.
Es más, el pago de las cuotas hipotecarias absorbe cerca del 40% del salario de los inmigrantes, lo que supone un esfuerzo de nueve puntos más que el que debe realizar una familia española. El tiempo de residencia es también muy significativo. El Censo de Población de 2001, último disponible, ya alerta que el porcentaje de propietarios de su vivienda entre los inmigrantes con menos de cinco años de residencia en España es cuarenta puntos inferior al de los que llevan más de 20 años de residencia. En este sentido, los expertos sostienen que el punto de inflexión son los 10 años, momento en torno al cual se suelen tomar la mayoría de las decisiones de compra por parte de los extranjeros no comunitarios.
A partir de los 20 años de residencia en España el porcentaje de propietarios entre los nacionales y los extranjeros es muy similar. Otro de los efectos que se ha observado que produce la inmigración sobre el mercado de la vivienda es la fuerte presión que genera sobre el segmento de casas más bajo del mercado, lo que a su vez provoca que la demanda nacional se desplace hacia productos de mayor calidad.
Aumentos de precios del 12%
El precio medio de la vivienda que adquieren los inmigrantes en España aumentó un 12% el pasado año, hasta situarse en los 159.088 euros, según los datos que se desprenden del tercer informe elaborado por el Departamento de Estudios de Fincas Corral. Las cifras demuestran un incremento constante del valor medio de los inmuebles que compra este colectivo. Así, en 2004 el precio pasó de los 118.339 euros de 2003 a los 142.043. El informe, basado en información procedente de las oficinas que Fincas Corral tiene distribuidas por toda la geografía española, también muestra cómo la población latinoamericana se situó de nuevo en 2005 como el colectivo que más viviendas adquiere, con un 49,10% del total. En 2004, estos ciudadanos compraban el 43,71% del total adquirido por los inmigrantes. Los ciudadanos de origen subsahariano son el segundo colectivo en el sector inmobiliario y los procedentes del Magreb, el tercero, aunque ambas comunidades están a mucha distancia de la latinoamericana y tienden a disminuir su ritmo de compras. Los europeos no comunitarios (11,40% del total) son, junto con la población latinoamericana, el único grupo que ha aumentado el número de inmuebles comprados. Los pisos comprados por ciudadanos comunitarios suponen el 9,34% del total, cifra inferior a la de 2004.