Cambio de aires en la patronal bancaria
La patronal bancaria cambia de aires. Miguel Martín Fernández, el que fuera gobernador del Banco de España desde 1992 a 2000, tomará el relevo en la presidencia de la Asociación Española de Banca (AEB), tras ser votado su nombramiento en la asamblea anual que se celebra mañana.
Martín sustituirá a José Luis Leal Maldonado, de 66 años de edad, que ocupa la presidencia de la AEB desde el 26 de mayo de 1990, y ha decidido no presentarse a la reelección. En los 16 años en los que Leal ha llevado las riendas de la AEB, el panorama bancario ha sufrido un auténtico vuelco. Y esa es la razón por la cual el sector reclamaba también un giro en la estrategia de su máximo lobby.
El relevo se empezó a gestar en noviembre entre el presidente del BBVA, Francisco González, y el del Santander, Emilio Botín. Se cerró algo más de un mes después, en una reunión a la que acudieron Alfredo Sáenz, consejero delegado del Santander; su homólogo del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri; Francisco Fernández Dopico, consejero delegado del Banco Popular, y un representante de Banesto.
El cambio en la patronal bancaria se comenzó a gestar en noviembre entre Francisco González y Emilio Botín
Los bancos destacan la labor mediadora de Leal ante Bruselas, pero reclaman un portavoz más crítico con las cajas
'La AEB ha perdido fuelle en los últimos años y unas entidades tan fuertes como los bancos necesitan una representación ligeramente más agresiva para poder negociar con los reguladores. Leal ha sido un buen mediador, pero ahora se necesita un portavoz más carismático', señala un alto ejecutivo bancario.
Y es que poco tienen que ver los actuales Santander y BBVA con los bancos existentes cuando Leal tomó las riendas de la patronal.
Entonces las pautas las marcaban los denominados siete grandes (Banesto, Central, Hispano, Bilbao, Vizcaya, Santander y el Popular). Las cajas iban tomando posiciones, aunque todavía no eran conscientes del poder que llegarían a tener unos años más tarde.
Mientras Santander y BBVA iniciaban sus respectivas aventuras internacionales, las cajas comenzaron a ganar cuota a los bancos en el mercado doméstico. La CECA, homóloga de la patronal bancaria, iba a la vez arañando cuota de poder a la AEB. Su influencia se hacía notar.
'La política de prudencia ya no triunfa en el sector. Leal es un gran conocedor del sistema financiero español, que se mueve muy bien en Bruselas, pero su concepto de lo que debe ser en estos momentos un presidente de la AEB ya no coincide con el de la mayoría de los bancos. Hay que ser más agresivo', explica el consejero delegado de una importante entidad financiera.
Las dotes para la analítica, la prudencia y la moderación de las que ha hecho gala la actual cúpula de la AEB jugaron su papel pero no se ajustan a lo que el sector bancario reclama en estos momentos. Sobre todo en un momento en el que las cajas están tomando las riendas del sector por cuota de mercado.
La banca ha decidido por ello cambiar de aires y ceder el relevo a Miguel Martín. Eso es, al menos, lo que aseguran todas las fuentes consultadas, que reconocen la labor de Leal en todos estos años y su influencia internacional.
Durante los 16 años que se ha mantenido como presidente de la AEB, la banca española se ha convertido en una de las más eficiente y solventes del mundo. Pero Leal ha optado al final de su mandato por defender ante los legisladores al conjunto del sistema financiero, más que inclinarse por apoyar únicamente los intereses de los bancos.
Ha sido esta postura prudente y moderada de Leal la que al final ha derivado en su relevo pactado. Como colofón a su cargo, Leal, a petición del sector, ha tenido que remitir al presidente de la CNMV, Manuel Conthe, las alegaciones de la banca al código unificado de buen gobierno. Será su última aportación al sector.
Miguel Martín, de 62 años de edad, tiene como principal reto recuperar el papel de grupo de presión que han tenido los bancos como sector hace unos años. Santander o BBVA pueden influir de forma individual, pero el conjunto de estas entidades financieras quieren volver a ser un colectivo con una sola voz. Las cajas, a través de la CECA, lo son.
Martín tiene a su favor un amplio currículum en el sector de la administración, pero vinculado al sistema financiero. Conoce a la perfección el Banco de España y a sus protagonistas. De hecho, ha seguido trabajando en esta institución, en el departamento de auditoría interna, hasta hacerse cargo de la presidencia de la AEB.
En su época como subgobernador tenía fama de hombre afable, pero con mano dura. Conoce a la perfección a los bancos y a las cajas de ahorros, con las que siempre ha mantenido una buena relación aunque siendo muy crítico con algunos aspectos de su gestión. Abrir una nueva etapa en las relaciones entre los dos sectores es, precisamente, el objetivo de la banca en estos momentos.