El FMI eleva las previsiones de crecimiento de la economía española al 3,25% en 2006
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha anunciado hoy sus previsiones económicas para España. Según la entidad, el Producto Interior Bruto español crecerá este año un 3,25%, un cuarto de punto más que en su última previsión. Asimismo, el organismo prevé una moderación del consumo que tendrá como causa el aumento de los tipos de interés y la progresiva desaceleración del precio de la vivienda.
Según los datos del informe sobre la economía española del FMI, facilitados por el Ministerio de Economía, el organismo internacional destaca que el crecimiento registrado en 2005, del 3,4%, ha llevado a la renta per cápita del país a converger hasta un 98% de la media europea.
El FMI subraya asimismo que, el 60% de los nuevos puestos de trabajo que se crearon en la zona euro fueron en España, y añade que este proceso continuado de creación de riqueza tiene sus raíces en las reformas estructurales y en la apertura al exterior que España ha venido desarrollando desde comienzos de los años 90.
El FMI también insiste al Ejecutivo español para que inicie la reforma del sistema de pensiones, ya que el envejecimiento del país, pese a la entrada masiva de inmigrantes, "no deja espacio a la complacencia" y habrá un problema de cobertura en "sólo diez años". El texto también destaca que un retraso en las reformas aumentará estos riesgos.
El informe, que califica de "logro notable" el superávit presupuestario registrado por el conjunto de las administraciones públicas en 2005, del 1,1% del PIB, así como la reducción "sustancial" de la deuda pública, advierte no obstante de que los desequilibrios de la economía "siguen patentes". En este sentido, la entidad considera que el crecimiento sigue estando "excesivamente" basado en la demanda interna, mientras que la externa sigue teniendo una contribución negativa, como lo muestra el déficit por cuenta corriente, del 7,5% del PIB durante 2005.
'Rigideces' regulatorias
El informe atribuye el deterioro del sector exterior principalmente al incremento de los precios del petróleo, la debilidad de los principales socios comerciales y la fortaleza de la inversión española, si bien también incluye la pérdida de competitividad como otra de las causas del déficit por cuenta corriente. El FMI no ha dejado la oportunidad de criticar también las barreras a la competencia promovidas por el Gobierno español, así como las "rigideces" regulatorias que subsisten todavía en algunos sectores.
Subraya así la necesidad de seguir liberalizando los sectores energético, de telecomunicaciones, transporte y servicios profesionales, así como que se acabe con las actuales restricciones del comercio. El organismo internacional valora las medidas que se incluyen en el Programa Nacional de Reformas, si bien considera que el Gobierno debe profundizar en algunas, como los incentivos a la competencia o la innovación en los sectores más protegidos.