Bruselas acusa a la banca de cobros abusivos en las remesas

La transferencia de los ahorros de los emigrantes a los países de origen se ha convertido en un lucrativo negocio para el sector financiero europeo. Demasiado lucrativo, a juicio de Bruselas, que prepara medidas para intentar reducir comisiones que llegan hasta el 16% del envío.

Los tres millones de turcos que trabajan en Europa se enfrentan a unas comisiones de hasta 26 euros cada vez que envían a su país de origen desde Alemania, por ejemplo, 400 euros a través de Western Union. La tarifa puede superar los 33 euros por ese mismo servicio si el remitente pertenece al millón largo de argelinos que reside en la UE.

El departamento comunitario de Justicia e Interior, que dirige el comisario Franco Frattini, no oculta su disgusto ante unas cifras (procedentes del Banco Europeo de Inversiones) que revelan 'el coste excesivo del envío de remesas'.

'Los intermediarios están obteniendo unos beneficios de locura', critica ese departamento al hilo de su inquietud por los flujos de migración que están llegando a España a través de Mauritania. El equipo de Frattini lamenta que una partida potencialmente beneficiosa para mejorar las condiciones de vida en los países de origen de los emigrantes se vea mermada sustancialmente por la carestía de los sistemas de envíos.

Sólo a los países de la cuenca del mediterráneo, se remiten cada año unos 7.000 millones de euros por canales comerciales, de acuerdo con los datos del Banco Europeo de Inversiones (BEI). En algunos casos, según esa misma fuente, los emigrantes llegan a perder hasta el 16% de esos ahorros en los gastos de envío.

'Los métodos de transferencia son extremadamente caros e impiden que los fondos se rentabilicen bien en la financiación de las economías de los países receptores', concluye el BEI tras realizar un estudio sobre los envíos de remesas a ocho países del Mediterráneo (Turquía, Marruecos, Argelia, Túnez, Jordania, Egipto, Líbano y Siria).

Bruselas parece convencida de que 'las condiciones de las transferencias se pueden mejorar a corto plazo'. Y cree que el incremento en la transparencia de las comisiones, la facilitación del acceso de los emigrantes a los servicios bancarios y el impulso de plataformas conjuntas de liquidación de operaciones (entre el país remitente y el emisor) contribuirán a reducir los costes.

La CE recuerda que con algunos países de América Latina las tarifas, 'aunque sigan sin ser baratas', se han recortado de manera drástica desde el 15% de finales de los años 90 al 7,9% en 2004. El BEI también señala el pasillo entre España y Marruecos como uno de los más baratos para el envío de remesas. La CE estudia la posibilidad de recoger en una página web (similar a la que ofrece con las tarifas de la telefonía móvil) las comisiones cobradas por cada operador, para que los emigrantes puedan comparar costes.

Un lucrativo negocio para los bancos

Los bancos y las remesadoras como Western Union o Money Gram son los principales beneficiarios del flujo de divisas remitido por los emigrantes a sus países de origen. El trasvase de fondos generado por esa mano de obra superó ya el año pasado, según el Banco Mundial, los 232.000 millones de euros en todo el planeta, una cifra que supera con creces la ayuda al desarrollo (51.000 millones de dólares en 2002) y la inversión extranjera en los países en vías de desarrollo (189.000 millones de dólares ese mismo año). En España, las remesas que enviaron los inmigrantes al extranjero registró en 2005 un nuevo récord, al alcanzar los 3.844 millones. Esta cifra supone un 10,42% más que en el ejercicio anterior, según los datos publicados ayer por el Banco de España.El negocio parece llamado a aumentar porque el porcentaje de la población mundial que trabaja fuera de su país de origen no cesa de aumentar desde la Segunda Guerra Mundial. A comienzos de este siglo el número absoluto de emigrantes se aproximaba ya a los 200 millones.Hay factores, sin embargo, que influyen en el volumen y la regularidad de los envíos, según la Comisión Europea. Las remesas suelen ser menores cuanto más cualificado es el emigrante. Y la reagrupación familiar en el país de destino también reduce la cantidad enviada.