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CincoSentidos

El lujo más asequible

La exclusividad ya no es patrimonio de los coches grandes y caros, pues la excelencia también ha llegado a los más pequeños

Conscientes de una amplia clientela de alto poder adquisitivo que, sin embargo, no requiere coches grandes sino modelos de talla contenida para desenvolverse en la jungla urbana, algunos fabricantes se afanan en atender una demanda cada vez más selecta. Un ejemplo de esta política es Mini que ha dado en el clavo con un modelo del que ya ha situado más de 700.000 unidades en medio mundo. Su éxito radica en una estética que entra por los ojos y responde fielmente al modelo original; en una calidad made in BMW (grupo al que pertenece la marca) y en un marketing que afecta a la imagen en todos los órdenes: comercialización -en un apartado de los concesionarios de BMW-, amplio programa de personalización a pie de tienda o valor posventa.

Elementos suntuosos

A ello añade elementos suntuosos en ciertas versiones, como los Park Lane y Checkmate, que incluyen tapizado de cuero o climatizador automático, entre otros. Por cierto, a finales de año será renovado por entero. Según parece, el relevo será muy parecido, y sólo una pizca más grande -uno de los inconvenientes del actual, con plazas traseras mínimas y un maletero casi inexistente-. De momento, el actual, que también ofrece una variante descapotable con techo de lona, se puede solicitar con motores de gasolina de 90 a 210 CV, éste último, el Cooper S con personalización mecánica JCW. En todos los casos, es rápido, aún a costa de dura suspensión.

Una filosofía muy similar es la que alumbró al New Beetle de Volkswagen, un modelo que reencarna al legendario escarabajo, aunque en realidad se basa en el VW Golf IV. Su abombada y singular estética condiciona sobremanera la habitabilidad. En este sentido, las plazas delanteras son muy amplias, pero en las traseras pasajeros de más de 1,65 metros de altura dan, no ya en el techo, sino en la intrusiva luneta posterior. Tampoco tiene mucho maletero, y el habitáculo es incluso espartano, otro guiño al modelo original. Sin embargo, su calidad es perfecta, y en Estados Unidos causa furor. También se ofrece en versión descapotable o Cabrio, con techo eléctrico de lona, que añade atractivo a su colorista estampa. Sobre motores, los hay de gasolina y gasóleo TDI, con un mínimo de 102 CV y un máximo de 150.

En esta línea, pero con precios más asumibles, Lancia vuelca su experiencia en materia de lujo y exclusividad en el minúsculo Ypsilon. Como los anteriores, sólo se ofrece en carrocería de tres puertas, pero con un diseño fresco y clásico que gusta al público femenino. El italiano es, además, un automóvil de razonable amplitud, habitáculo cuidado y luminoso, y excelente confort de marcha.

Su calidad no desmerece -cuero y tejido Alcántara en algunos acabados, climatizador doble, techo solar panorámico, llantas de aleación, Bluetooth-, y aunque su propuesta mecánica es limitada -motores de gasolina de 60, 80 y 95 CV, o bien JTD turbodiésel de 70, con cambios manual o automático DFN-, admite sin problemas un tranquilo uso rutero.

La cuarta alternativa llega de la mano de Smart. Se trata del ForFour, un modelo homologado para cuatro o cinco ocupantes, que a diferencia de los anteriores, sólo se ofrece en cinco puertas. Puede que su estética tipo mecano no haya cuajado en el público como esperaba la marca -en su día, propiedad de Mercedes-Benz, y hoy integrada en el consorcio DaimlerChrysler-, pero su tecnología es muy avanzada, su calidad notable -aunque cueste cerrar las puertas más de la cuenta y el salpicadero esté forrado de tela-, su dinámica muy sana y sus motores, brillantes.

Los hay de gasolina (64, 75, 95, 109 e incluso 177 CV, en la radical versión Brabus) o CDI turbodiésel (68 y 95 CV), éstos ruidosos por su arquitectura de tres cilindros, pero eficaces y muy austeros. Un último apunte: es un coche muy seguro.

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