Saéz Merino presenta un ERE para dejar de fabricar y sólo vender
La textil Sáez Merino, fabricante de las marcas Lois, Caroche, Cimarrón y Caster, ha presentado ante el juez que atiende el proceso concursal en el que está inmersa, un expediente de regulación de empleo con el que pretende liquidar su actividad productiva y convertirse en una comercial. Aunque la compañía no facilitó ayer más datos 'a la espera de que el ERE sea admitido a trámite', fuentes sindicales creen que el proceso afectará a la mayor parte de los 913 empleados que tiene la empresa en la actualidad.
Sáez Merino presentó a primeros de febrero un proceso concursal (la antigua suspensión de pagos) ante la imposibilidad de hacer frente a los pagos que vencían en breve y la negativa de las entidades financieras de abrir nuevas líneas de crédito. El pasivo asciende a 65,8 millones de euros, de los que 30 corresponde a deuda financiera.
Paralelamente la empresa anunció la intención de realizar una nueva reestructuración de la compañía tras el despido hace menos de dos años de 548 empleados y el cierre de cuatro centro de confección que acabó subcontratando en el norte de África. Si bien la empresa dijo entonces que con estas medidas se lograba salvaguardar el empleo de los cerca de mil trabajadores que tenía, la realidad es que no ha podido hacer frente a la competencia, por lo que ahora quiere centrar su actividad en comercializar y explotar sus marcas pero cediendo la confección a terceros.
Huelga indefinida
Tanto UGT como CC OO han mostrado su rechazo a que la empresa asocie el ERE con el proceso concursal. La semana pasada anunciaron la convocatoria de huelga indefinida para reclamar a la compañía la presentación de un plan global de viabilidad que mantenga la actividad industrial.
El juez deberá ahora decidir si admite a trámite el ERE dentro del proceso concursal. En caso de que sea así, se abrirá un plazo de negociaciones de un mes entre la dirección de la compañía y la plantilla para intentar llegar a un acuerdo.