El desafío de la energía
La energía se ha configurado como un elemento esencial para el desarrollo económico y social de cualquier país. En la actualidad, más del 75% de la energía que se consume en España procede del exterior. Las cifras de conjunto de los países que componen la Unión Europea son algo más bajas, pero no dejan de ser alarmantes: los estados miembros han de importar un 49,5% de energía para continuar con el actual ritmo de consumo. Y las previsiones apuntan a un aumento gradual de la demanda energética, que se dejará notar, especialmente, en los países más industrializados.
A pesar de la elevada dependencia energética de nuestro país, España no es el Estado miembro de la UE que más energía importa: según datos de la Comisión Europea, Malta se sitúa a la cabeza de la lista con un 100%, seguida de Chipre (99%), Luxemburgo (98,7%), Irlanda (87,2%) y Portugal (85,3%). En el extremo contrario, Reino Unido y Dinamarca se han convertido en los dos únicos países de los Veinticinco que exportan energía.
En nuestro país, la mayor parte de energía producida dentro de nuestras fronteras es nuclear o proveniente de fuentes renovables. Sin embargo, las importaciones están encabezadas por la energía producida gracias a los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), procedentes en su mayoría del Golfo Pérsico, Argelia, Rusia y el Norte de África.
Según Ignacio Pérez Arriaga, experto en Energía y director del Libro Blanco del Sector Eléctrico, la situación es preocupante. ¢El modelo energético occidental no es sostenible¢, afirma Pérez Arriaga, a causa de diversos factores que pasan por ¢la falta de seguridad del suministro y el impacto ambiental que nuestro consumo produce¢. Todo ello a pesar de que 1/3 de la humanidad aún no tiene acceso a la electricidad. Según el profesor, las posibles soluciones pasan por el apoyo, por parte de los Gobiernos, a las energías renovables y a la investigación, así como el fomento del ahorro y la eficiencia energética: ¢está probado que podríamos ahorrar un 20% de la energía que consumimos sin que esto modificara nuestra forma de vida¢.
Más del 75% de la energía que se consume en España procede del exterior
Un tercio de la humanidad aún no tiene acceso a la electricidad
Mercado Europeo de la Energía
Pérez Arriaga aboga también por el fomento de un mercado europeo de la Energía, ya que ¢hay decisiones que los países no pueden tomar por sí solos¢. Además, según el experto, el principal problema de la dependencia no es tanto el hecho de que los países importen gran parte de la energía que consumen, sino la escasa fiabilidad de las fuentes que la producen.
Gran parte de la energía eléctrica consumida en nuestro país proviene de los ciclos combinados de gas natural. España produce menos de un 1% del gas natural que consume; el resto proviene de una serie de proveedores concentrados principalmente en el norte de África. La Comisión Nacional de Energía ya ha alertado de esta situación, y aboga por incentivar medidas que estabilicen la seguridad de estos suministros, así como otras dirigidas al fomento de la diversidad de fuentes primarias de energía.
Preocupación de la UE
La Unión Europea no deja de mostrar su preocupación por el futuro del sector. Uno de los principales problemas a los que se enfrenta Bruselas en materia energética es la manera de solucionar la dependencia que los estados miembros sufren en este ámbito. Sin embargo, en la actualidad las competencias energéticas son casi exclusivas de los Gobiernos nacionales. Para evitar que la situación empeore, la Comisión Europea viene promoviendo desde hace tiempo diversas iniciativas entre las que se encuentran el "Libro verde sobre la política energética de la Unión Europea", que fue presentado el pasado miércoles 8 de marzo. En él se tratan los tres pilares básicos de la materia: la competitividad económica, la seguridad de abastecimiento energético y la protección del medioambiente.
Para mejorar la situación, Bruselas propone a los Estados miembros una batería de medidas que persiguen objetivos determinados, entre los que se encuentran la creación de un regulador europeo, el aumento de producción de la energía procedente de fuentes renovables o una revisión de las reservas de gas y petróleo. Todas las acciones están encaminadas a la total apertura de los mercados mediante la creación de una política común que conduciría a la creación efectiva de un mercado europeo de Energía, basado en la solidaridad entre países. Un paso difícil, ya que los Gobiernos comunitarios no se muestran dispuestos a ceder competencias en un área que consideran vital. De ahí que los comisarios responsables estén advirtiendo de las posibles consecuencias adversas que el proteccionismo energético empleado por diversos gobiernos comunitarios pudiera conllevar. Especialmente, tras la ola de fusiones y OPAs en la que el sector se ha visto inmerso durante estos primeros meses del año.
'Blindajes gubernamentales'
Alemania, Francia y España son algunos de los países comunitarios que han tomado medidas para blindar sus propias empresas. Tras las numerosas advertencias y peticiones de información y explicaciones por parte de la Comisión Europea a los Gobiernos implicados, podría llegar ahora el turno de las sanciones contra los Estados Miembros que creen normativas contrarias a las leyes comunitarias de libertad de mercado.
Con este paso, Bruselas pretende abrir un debate global sobre la necesidad de reducir la competencia energética dentro de las fronteras de la UE. El libro verde aprobado por la Comisión el pasado miércoles será debatido de nuevo en el Consejo extraordinario de ministros de Energía hoy martes, y también en la cumbre de líderes de la UE de los días 23 y 24 de este mes, para intentar llegar a un acuerdo a finales de año, cuando está previsto que Bruselas presente un ¢libro blanco¢ que marcará las directrices comunes en política energética y que incluirá objetivos y plazos concretos. De esta manera, se pretende implicar a los estados miembros en un problema que se ha ido agravando con el tiempo y que necesita, cada vez más urgentemente, una solución.