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CincoSentidos

Una clínica dental por cada 2.400 habitantes

Un dentista por cada 2.400 habitantes con un total de 20.500 dentistas en activo, tanto en la sanidad privada como en la pública. Sólo durante el año pasado salieron de las universidades españolas un total de 1.000 nuevos dentistas. Los datos provienen de un estudio elaborado por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, Fenin, uno de los patrocinadores de Expodental, la feria del sector que fue inaugurada ayer en Ifema por la viceconsejera de salud pública de la Comunidad de Madrid, Belén Prado, y que se prolongará hasta el próximo sábado.

Fenin, en la que están incluidas 37 compañías internacionales y nacionales dedicadas a la fabricación, distribución y comercialización de equipos y productos en el ámbito dental, facturó 279 millones de euros en 2005. Según Catherine Gómez, presidenta de la federación, 'el sector dental en España es constante en crecimiento, de forma que en los últimos diez años el valor de las ventas ha aumentado anualmente muy por encima del crecimiento de la economía en España'.

Los datos aportados por Fenin ponen de manifiesto que las clínicas dentales españolas invirtieron de forma importante en la adquisición de alta tecnología, tanto desde el punto de vista quirúrgico como administrativo. Así, la mitad de las clínicas dentales activas en España gestiona su administración mediante recursos informáticos, mientras que el 65% cuenta con acceso a internet y el 2% de los productos vendidos al por menor se solicitan vía internet. Además, el 35% de las clínicas dentales en 2005 utilizaba alta tecnología, como cámaras intraorales, para sus actividades quirúrgicas.

'Entre la alta tecnología más novedosa y más solicitada en España y que destacará en Expodental 2006, están la digitalización de los rayos X y los tratamientos quirúrgicos mínimamente invasivos por parte de los dentistas, y los sistemas CAD-CAM, que crean piezas dentales de cerámica sin metal por parte de los protésicos dentales', señala Catherine Gómez. Según Gómez, estos sistemas suponen un ahorro importante de tiempo y material para los protésicos y un mejoramiento de estética para los pacientes.

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