Telefónica invierte 509 millones en autocartera y la eleva al 3,56%
Justo cuando O2 ha dejado de cotizar en la Bolsa de Londres y la mayor operación de compra en el exterior de una empresa española llega a su fin, Telefónica ha demostrado que le siguen quedando recursos para cumplir sus promesas con los accionistas.
La operadora ha comunicado a la CNMV su primera compra de acciones propias del año, en una adquisición de 38,27 millones de acciones que le ha costado 509 millones de euros. Con este movimiento, Telefónica suma un 0,778% de autocartera y lleva la posición total al 3,56%.
Estas compras forman parte del programa de remuneración a los accionistas anunciado el año pasado y que contempla adquisiciones de autocartera por 6.000 millones hasta fin de 2007. Telefónica no comunica los precios a los que se ha hecho con los títulos, pero con la cotización actual ya ha realizado adquisiciones por 2.328 millones en menos de un ejercicio de ejecución del programa. Ha hecho, por tanto, un 39% del camino cuando aún le quedan casi dos años hasta su finalización.
La comunicada ayer es la tercera compra de un paquete de acciones propias desde que en verano se produjo la cancelación de títulos y el reparto de valores entre los accionistas que formaban parte del programa anterior. Entonces se quedó con 23,6 millones de acciones, que amplió a 87,4 millones en noviembre y a 136,9 millones en diciembre. Así cerró el año, con el 2,8% del capital, que ahora se convierte en el 3,56%.
Telefónica también cuenta con 39 millones de opciones de compra de acciones. Sin embargo, los títulos expiran este año y, según las últimas indicaciones del departamento financiero de la operadora, podrían vencer sin que fuera posible ejecutarlas. El programa de recompra dependerá de la generación de caja y del precio de la acción, según ha advertido Telefónica.
La prudencia financiera como objetivo
Telefónica ha prometido un determinado nivel de dividendo y una política de recompra de acciones, pero también que su rating permanecerá estable después de las rebajas de las que ha sido objeto por la compra de O2. Para ello, se ha comprometido a rebajar su actual nivel de endeudamiento y compromisos de pago a una cuantía que no supere las 2,5 veces Ebitda. Esta previsión es a medio plazo, pero ha comenzado a trabajar en ella. Por eso, el dividendo de 2006 no crecerá, sino que se quedará en 0,50 euros.